Dos personas presuntamente secuestradas fueron halladas ilesas en el municipio de Tulcingo, Puebla. En lo que se conoce como secuestro virtual. De acuerdo a la persona denunciante, esta recibió una llamada telefónica para pedir un rescate por su esposo y una compañera de trabajo.

Los pretendidos habían solicitado la cantidad de 300 mil pesos para su rescate. Cómo una forma de presión se envió una fotografía donde se observaba a dicha pareja.

Luego de tomar el caso y realizar las investigaciones pertinentes, la fiscalía logro con el paradero de la pareja en condiciones inmejorables en un hotel, por lo que se les traslado a la Fiscalía para poder recibir asesoría por el delito del que fueron victimas.

Modalidad de secuestro virtual

El secuestro virtual ocurre cuando se localiza a una persona vulnerable, de preferencia menores de edad o de edad avanzada. Una supuesta organización criminal busca intimidar y manipular a la víctima.

A esta se le dice que desde su teléfono celular pueda tomar la llamada y que el teléfono de casa sea descolgado. Una vez hecho esto, se le indica que abandone el lugar donde se encuentra y tome objetos de valor.

Posteriormente, se le ordena que adquiera un nuevo celular y les pase el nuevo numero telefónico. Una vez hecho esto, tiene que apagar o tirar a la basura el celular de donde estaba hablando. Ya enlazado la llamada a la nueva línea telefónica se le exige que instale en un hotel.

Logrando que la victima se encuentre en un lugar desconocido para el resto de familiares, estos extorsionadores comienzan a hablar con familiares de la víctima; estos al estar incomunicados con dicha persona, pueden caer en la trampa muy fácilmente

Este grupo buscara negociar de manera pronta el supuesto rescate de la familia, por lo que “cederán” rápidamente para llegar a un acuerdo económico. Estos solicitan el pago por vías que les permitan realizar el cobro de manera directa, sea transferencia o deposito bancario

Existen casos donde los delincuentes piden dejar el rescate en un lugar público, donde el familiar de otra víctima de un hecho parecido recoge el pago y pasar a realizarlo. Incluso hay ocasiones en donde las propias víctimas “secuestradas” son quienes recogen el pago y hacen el depósito.

En esta modalidad, no se tuvo contacto físico con la víctima en ningún momento, no la tenía vigilada y tampoco tuvo la posibilidad de causar daño de otro tipo.

Escrito por Guillermo Gutiérrez 

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