Iker N. fue sentenciado a 60 años de prisión por el delito de feminicidio en agravio de Ingrid Aremis Guevara Aguirre, quien era su expareja y le quitó la vida en mayo del 2019; su familia señaló que “tras luchar 4 años” se hizo justicia.
En rueda de prensa de este martes, luego de que se dio a conocer la sentencia por parte del Tribunal de Enjuiciamiento, Ingrid Aguirre, madre de la joven, señaló que si bien pena que se le impuso es la más alta que marca el Código Penal de Puebla, “nada le quita el dolor de haber perdido a su hija.
Recordó que la joven, en ese entonces de 21 años de edad y originaria de Xalapa, Veracruz, era estudiante de la licenciatura de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y desde el 2018 conoció a Iker con quien mantuvo una relación, pero que terminó por la forma en que la trataba.
#Ángulo7Informa ll Al señalar que después de 4 años se hace justicia, Íngrid Aguirre dio a conocer que Iker N. recibió una sentencia por parte del Poder Judicial este martes de 60 años por el feminicidio de su hija Ingrid Aremis, a quién le quitó la vida el 2019.
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— Ángulo7 Noticias (@angulosiete) December 12, 2023
Y es que la joven fue encontrada sin vida al interior de su domicilio ubicado en el Residencial “Allegro”, en San Andrés Cholula y de acuerdo con la información que se difundió, el cuerpo presentó señas de estrangulamiento, pues la joven tenía un historial violento con su pareja sentimental, quien era mayor que ella.
“La justicia va más allá del número de años, para nosotros es dejar ver al Estado que proteja a todas las mujeres, las que siguen vivas, la sentencia condenatoria es memoria y le dice que fallo, que hubo impunidad 4 años y siete meses, 20 audiencias que duelen y pesan, quizá esto nos permita iniciar un duelo, porque desde que murió no lo hemos tenido”, expresó.
No sólo es Ingrid, son todas: mamá
Asimismo, indicó que aunque desde hace 4 años que han luchado por la justicia de su hija y si bien ya no la tienen, Ingrid Aremis sigue “presente en su mente” y no solo es por ella que la escuchen, sino por todas las poblanas que sufren de violencia.
Agradeció al juez de la causa por juzgar el caso con perspectiva de género, pues la sentencia que se emitió es mayor que se puede dar, pero hizo énfasis que para lograr eso se tuvo que hacer un trabajo con peritajes en esta materia, así como uno en antropología social y que presentó una descripción detallada de los hechos.
“La verdad no sé puede matar y esta lucha es por ella, sino por todas las que estamos vivas y las que vienen. Se llamaba mujer y su feminicida intentó quitarle la voz y su nombre y su apellido nunca será olvidado, Ingrid tenía una vida y era mi hija y su familia siempre la recordará”, remarcó.
En ese tenor, agradeció el acompañamiento de sus asesores jurídicos, Julio César Cuautle Reyes y Esmeralda Recio Ferrera, así como el apoyo que brindaron los amigos de Aremis, pues eso ayudó a que esto tuviera un objetivo alcanzado, que fue la sentencia de Iker.
