Cuando un hijo está desaparecido, el 10 de mayo deja de ser de festejo, pues se convierte en un día de dolor y lucha para las madres buscadoras, muchas de las cuales trabajan por años para hallar los restos de sus seres queridos y otras mueren en la búsqueda.
Así lo expresó, en entrevista con Ángulo 7, María Luisa Núñez, presidenta del colectivo Voz de los Desaparecidos, en vísperas del Día de las Madres.
En su caso, la madre buscadora relató que, el 28 de abril de 2017, su hijo, Juan de Dios Núñez Barojas, salió con sus dos amigos, Abraham y Vicente Aburto Linares, pero cuando iban de regreso a Palmar de Bravo, de donde son originarios, un retén detuvo su camino.
Ante esto, decidieron tomar otra ruta para llegar más rápido, pero anocheció y pasaron horas sin saber de ellos. Ella salió a buscarlo en las tiendas, las calles y por último, en la casa de sus acompañantes, donde se percató que sus familiares también esperaban su regreso y nunca más volvieron.
Perdemos la alegría de vivir, relata
Llegó el primer 10 de mayo y se cumplieron 12 días de esta desaparición, a lo que María Luisa recuerda, haber sido una fecha intrascendente. Sin embargo, un año después, ese mismo día, celebró una marcha por primera vez, solo con sus familiares y los de Abraham y Vicente.
“Se dejó de celebrar la vida, se perdió la alegría de vivir, yo dejé de celebrar todo. Deje de celebrar el 10 de mayo, mi cumpleaños, navidades, todo. No podíamos celebrar cuando nuestra vida estaba triste, llena de angustia, desesperación e incertidumbre”, relató.
Funda el Colectivo con madres buscadoras
En agosto de 2018, ella y otras madres buscadoras decidieron fundar el colectivo Voz de los Desaparecidos. Para 2019, convocaron a una marcha, acompañada de todas las mujeres que se sumaron debido a que pasaban por la misma situación.
“El 10 de mayo, no se celebra, es de lucha y de protesta, el estado tiene esa deuda con las madres, para esa entonces, yo solo pensaba en madres buscadoras, madres con hijos desaparecidos, ni siquiera me había caído el veinte de las madres asesinadas, desaparecidas”, manifestó.
Desde esa entonces, llamó a las demás madres que buscan de manera desesperada a sus hijos, se han venido realizando movilizaciones para presionar a las instituciones a encontrarlos, a obtener respuestas y como cada año, este 2023 a las 10 de la mañana, estarán enfrente de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE).
En palabras de María Luisa, este festejo es un insulto, pues solo dedican un día a las mujeres porque recuerdan que también pueden ser madres, pero el resto del año no las reconocen.
“No todas las madres están en una situación de poder celebrar, a las madres les faltan sus hijos desaparecidos y hay madres que están desaparecidas y al final del día es un acto de protesta contra el gobierno, contra el sistema, contra las instituciones”.
Las penas compartidas son menos, expresa
La razón principal de la fundación de este colectivo fue porque encontró la fuerza con otras personas que también buscaban a sus hijos y al ser compartida, se volvió menos, ya que es un problema social, donde más deben de unirse, pues tras varios esfuerzos por ser escuchada nunca lo hicieron.
“A partir de que hay un ser desaparecido en casa, se acaban los festejos, se acaban las fiestas, no vuelves a verlas, eso ocurre, lo veo con todas mis compañeras del colectivo […] Porque la felicidad queda interrumpida, no hay forma de tener un feliz día de las madres”.
Lamentablemente, en febrero de 2020, encontró el cuerpo de su hijo, Juan de Dios Núñez, junto al de sus otros dos amigos, Abraham y Vicente, por lo que comenta, fue ella misma quien hizo, no fueron las instituciones ni las autoridades, pues acusa que nadie máso buscó.
“Se acabó la incertidumbre que te carcome la mente en todo momento. Encontré a mi hijo pero no por eso volvió mi alegría, no por eso volvió mi felicidad. Jamás volví a tener un 10 de mayo igual, a final de cuentas nos arrebatan mucho de nuestra vida”, finalizó.
