En Puebla, pocas unidades de transporte público tienen cámaras de seguridad instaladas, lo que genera molestia en los usuarios ya que era un compromiso de los concesionarios cuando les autorizaron el alza del pasaje a casi 4 años, cuando pasó de 6 a 8.5 pesos.
Esto, de acuerdo con un recorrido y sondeo realizado por este medio, en donde se pudo observar que las unidades, elegidas al azar, y que mueven una gran cantidad de pasajeros a diario, se mantienen igual que antes de aumentarse la tarifa.
Fue el 12 de octubre de octubre del 2020 que entró en vigor la nueva tarifa autorizada en ese entonces por el gobierno de Miguel Barbosa Huerta, tras reuniones con los concesionarios del transporte público, con el compromiso de que habría un mejor servicio y renovación de las unidades.
Para ello, fue publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE) el “Acuerdo para la Mejora y Dignificación del Transporte Público”, por lo que el servicio de combis pasó de 5 la corrida a los 8 pesos, lo que significó un aumento del 31 por ciento.
Mientras que los autobuses y micros pasaron de los 6 a los 8.5 pesos, lo que representó el 29 por ciento de incremento; en tanto para los discapacitados se mantuvo gratis, para los adultos mayores 4 pesos y para los estudiantes con credencial vigente y en periodo escolar, 6 pesos.
Una de las condiciones y compromisos hechos, además de la renovación de las unidades con más de 10 años circulando, fue la instalación de cámaras de videovigilancia que tenían que estar conectadas al C5 como una medida de seguridad, tanto para los usuarios como los choferes.
Rutas Azteca y bulevar, sin cumplir
Sin embargo, la videovigilancia no presenta avances, pues unidades de rutas como: bulevar-CU, 14a, que va de la Loma a Ciudad Judicial, 33, 11, además de la Azteca, 52, 38a y los coordinados de San Jerónimo, son algunas de las que no tienen estos dispositivos al interior.
Y es que tendrían que ser al menos dos cámaras las que deben portar, una en la parte de adelante y otra atrás, situación por lo que usuarios señalaron que “todo sigue igual”, pues con la pandemia del Covid-19 si bien se frenó este proceso, debería revisarse el avance que se tiene.
Itzeli, quien todos los días tiene que tomar el transporte público, ya sea de la ruta 45, 76 o 3, que vienen de la zona militar al Centro Histórico, dijo que “lo único que ha visto” es el botón de pánico colocado y también cámaras, pero no se sabe si realmente son útiles o están conectadas.
“Son rutas que tienen un traslado largo, sí he visto que las tienen, pero no sé si sirven, parece que solo fue la finta de poner una camarita y ya, pero la verdad dudo que estén conectadas a las áreas de seguridad, el gobierno ha sido muy permisivo con los concesionarios, porque nada ha mejorado, sigue siendo el transporte inseguro”, expresó.
Mientras que Gabriela, que es usuaria de la bulevar-CU comentó que no esté derrotero no tiene los dispositivos instalados, además de que en la noche apagas las luces del interior, lo que imposibilita ver quien se sienta a su lado y eso puede ser riesgoso, ante los asaltos que se registran.
“No solo es esto, sino que las unidades están feas, de repente prende las luces cuando baja o sube gente, pero en el trayecto no, no sabes a quién llevas al lado, la verdad no se ve que tengan seguridad para los que las usamos y la Secretaría de Movilidad y Transporte sin hacer algo”, declaró.
De nada sirve si siguen asaltos
Juan, que vive en el centro y toma diferentes rutas por su trabajo, comentó que sí ha visto que en algunas las tienen, principalmente las combis, pero las que son más grandes como microbuses no cuentan con ellas, pero ello no es garantía de que puedan ser víctimas de la delincuencia.
Esto, pues porque se ha visto que se siguen registrando asaltos y aunque se quede grabado el hecho, las pérdidas materiales, ya se el celular, cartera o mochila, es lo que se llevan.
Por ejemplo, la señora María Isabel Contreras, que vive en Santa Cruz Buenavista y que toma la ruta “intermedio” a Cholula o la Coordinados de San Jerónimo, refirió que aunque las tengan instaladas “de nada les sirven”.
“La verdad yo creo que es de en balde, nos ha tocado ver que los cholulas que pasan por aquí las asaltan, por lo regular ahí en el SAT los bajan, que les quitan todo y se van, de nada sirve, siguen los atracos a las unidades, quisiéramos más rutas que pasaron, pero solo son esas dos”, enfatizó.
