Durante la conmemoración del Día de la Mujer Rural, el titular de Agricultura subrayó que los Objetivos del Desarrollo Sustentable sólo serán posibles si aseguramos que las mujeres estén incluidas en el progreso y el bienestar.
El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula mencionó que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que las mujeres producen el 50 por ciento de los alimentos del mundo.
Por ello, los Objetivos del Desarrollo Sustentable (ODS) sólo serán posibles si aseguramos que las mujeres estén incluidas en el progreso y bienestar.
Respecto a México, señaló que alrededor de un millón de mujeres trabajan, directa e indirectamente, en la agricultura, la ganadería, la pesca y la forestaría, de un total de tres millones de trabajadores rurales, y 11.4 millones de hogares son encabezados por mujeres.
Mencionó que el Gobierno de México contribuye con el acompañamiento de programas prioritarios y acciones como Producción para el Bienestar, que beneficia a 642 mil mujeres, el 35 por ciento del padrón.
Reconocen desafíos para la paridad en el campo
Villalobos Arámbula, reconoció que aún falta por alcanzar la paridad deseable en la entrega de los distintos apoyos directos que otorga el Gobierno de México, sin embargo, el avance en la incorporación de las mujeres a esos beneficios ha dado un importante cambio.
Luego de develar la placa “Explanada Mujeres Rurales”, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman Zylbermann, dijo que solo una de cada cuatro personas con certificado o título de propiedad, es mujer.
Si bien las mujeres desempeñan importantes funciones en la economía y en las actividades de la agricultura, silvicultura, ganadería, pesca y el comercio, 12 por ciento no recibe remuneración por su trabajo y 50 por ciento carece de prestaciones; lo que incrementa más la brecha de desigualdad si las mujeres hablan una lengua indígena o son afrodescendientes, apuntó.
Además, entre los desafíos por atender están el acabar con la discriminación, garantizar el acceso a la tierra, reconocer y valorar las contribuciones de las mujeres en la agricultura y la gestión de la tierra y garantizar su derecho igualitario al acceso, control y propiedad de la tierra.
