El sistema IMSS-Bienestar sustituirá al Instituto Nacional de Salud Para el Bienestar (Insabi), que inició operaciones en 2019, para dar atención a unas 33 millones de personas no aseguradas en México, por lo incorporará sus fondos, infraestructura y personal.
Así lo aprobó este martes el pleno de la Cámara de Diputados, con 266 votos a favor, 222 en contra y ninguna abstención respecto al proyecto de decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley General de Salud, para regular el Sistema de Salud para el Bienestar, propuesto por el diputado Emmanuel Reyes Carmona, de Morena.
El dictamen aprobado, que fue enviado al Senado para su discusión y votación, señala que las funciones del Insabi se transferirán al IMSS-Bienestar para que este organismo descentralizado preste servicios de salud a personas no aseguradas, en concurrencia con los estados.
El régimen transitorio establece que la Secretaría de Salud tendrá 180 días naturales como máximo, a partir de la entrada en vigor de la reforma, para transferir recursos humanos, financieros y materiales, así como inmuebles derechos y obligaciones del Insabi al IMSS-Bienestar.
Para este 2023, el presupuesto asignado al Insabi fue de 107.5 mil millones de pesos. Además, el Fideicomiso de Salud para el Bienestar también deberá de ser para el IMSS-Bienestar.
Los derechos de los trabajadores contratados por el Insabi en sus tres años de operación también serán respetados.
Hay que recordar que, ante las constantes denuncias de desabasto de medicamentos, desde noviembre de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó la atención a Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud, y Juan Antonio Ferrer Aguilar, director del Insabi, y les dijo que no quería más excusas para resolver el problema.
LPR
