La cabo de Zapadores, Daniela Alondra Ochoa Rodríguez, es hasta el momento la única mujer en el Equipo de Respuesta Inmediata a Emergencias o Desastres (Eried) del Ejército y ha sabido compaginar su trabajo con su faceta como madre; en octubre de 2021 auxilió en Xochimehuacan tras la explosión de una toma clandestina y en febrero viajó a Turquía luego del sismo.
Originaria de Tapachula, Chiapas, a los 14 años decidió que se uniría a las filas del Ejército, luego de presenciar las labores de este cuerpo tras el huracán Stan en 2005, que causó el desborde de casi 80 ríos que a su vez acabaron con cientos de casas, entre ellas, las de sus familiares. El Ejército, recordó en entrevista con Ángulo 7, no solo apoyó en los rescates, sino que también distribuyó víveres y los llevó a refugios.
Para ingresar, realizó cuatro intentos y finalmente lo consiguió en 2018, cuando se unió al Arma y Servicio de Zapadores de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para apoyar cuando se activa el Plan DNIII, como apoyo tras inundaciones, terremotos y otros desastres naturales.
Un año después, el 16 de febrero de 2019, se unió al Eried, siendo hasta el momento la única mujer en dicho cuerpo que se encarga de la búsqueda, localización y rescate de personas que se encuentran debajo de estructuras colapsadas o espacios confinados.
Al principio, detalló, fue difícil, pues primero tuvo que demostrar que podía hacer lo mismo que los hombres, pues creyeron que no tenía la fuerza, conocimiento y destreza para realizar sus labores, sin embargo, salió avante y recibió capacitación en cursos de rescate en estructura colapsada, operaciones contra incendios, medicina táctica y primeros auxilios.
Primero, demostrar que las mujeres pueden
Al respecto, detalló que el pasado 7 de febrero de este año fue parte del grupo especializado de búsqueda y rescate que el gobierno de México envió a Turquía, como parte del apoyo a damnificados por el sismo de 7.8 grados. En dicho escenario, el equipo mexicano rescató en total 34 cuerpos durante las dos semanas que estuvo allí.
Como madre, destacó, es difícil cuando los cuerpos pertenecen a niños, pues apenas empezaban a vivir; en ese sentido, recordó que en Turquía apoyó en el rescate de los cuerpos de dos niñas de 15 y cinco años.
Sobre cómo actúa el Eried, señaló que son alrededor de 70 personas, divididas en “células” de ocho personas, cada una con un líder que se encarga de poner las tareas de acción, destacó.
Respecto al cuestionamiento de ser la única mujer en esta área, destacó que varias más ya lo han solicitado, gracias a la apertura de igualdad de oportunidades en la Sedena, por lo que se espera que entre este 2023 y el 2024 más mujeres se sumen a estas tareas.
Tanto ella como sus hijas, una de 15 años y otra de dos y medio, están orgullosas de esa labor, destacó Daniela, quien señaló que, aunque se encuentra lejos, ellas la admiran y la mayor le ha comentado que quiere ser como ella, para salvar vidas y brindar protección a los desafortunados.
Por ello, llamó a las mujeres a cumplir sus metas y demostrar que pueden realizar cualquier trabajo, pues tienen la fuerza y fortaleza para hacerlo.
Cabe mencionar que, además del sismo de Turquía, Daniela participó en el rescate de las personas que se quedaron atrapadas tras el desgajamiento del cerro Chiquihuite, en el Estado de México, en septiembre de 2021; también en el rescate de los cuerpos de los siete mineros atrapados en la mina de Múzquiz, Coahuila; también en el caso de la mina El Pinabete; e incluso tras la explosión de una toma clandestina en Xochimehuacán, en Puebla capital, en octubre de 2021.
