En la 28 Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, explicó como México busca ahorrar agua de cultivos a través de sistemas de monitoreo digital.
Al participar en el Diálogo ministerial de alto nivel sobre la creación de sistemas alimentarios resilientes al agua, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, destacó que con este tipo de proyectos busca reducir los impactos negativos de las sequías en los próximos ciclos agrícolas.
Expuso que, en los últimos años, México se ha visto afectado por la reducción de la disponibilidad de agua para la agricultura, debido a las persistentes sequías propiciadas por el cambio climático.
Por ejemplo, apuntó que septiembre del presente año fue el más caluroso del que se tenga registro en las últimas siete décadas, con una temperatura casi tres grados superior al promedio histórico, lo que afectó la producción de maíz y frijol, que son granos esenciales en la dieta mexicana.
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Monitoreo digital
Agricultura explicó que por medio de un grupo de trabajo intersectorial aborda el uso del agua en tierras irrigadas, mediante la estimación de la huella hídrica y la mejora de la eficiencia del riego.
En un proyecto piloto, detalló que se generan sistemas de monitoreo digital, que incluyen datos agrometeorológicos satelitales y sensores de suelo, con el que se recaba información sobre la humedad del suelo y el contenido de nutrientes,
Con esta información, indicó que en una etapa inicial se beneficiará a cuatro mil agricultores y cubrirá 13 mil hectáreas de maíz, trigo, avena y sorgo; pero espera incluir otros cultivos.
Aunado a esto, capacita a los agricultores para que utilicen esta información, que estará disponible y actualizada en sus teléfonos celulares, y tomen mejores decisiones sobre el uso de agua y fertilizantes.
Villalobos Arámbula concluyó que este esfuerzo contribuye a la implementación de la Estrategia Nacional de Suelos para la Agricultura Sostenible (ENASAS), que reconoce que el manejo sostenible del suelo y el uso óptimo del agua van de la mano.
