Paula Natividad y Gudelia Albino, de 66 y 64 años de edad, respectivamente, llevan 29 años participando en la carrera de la tortilla que se hace en Santa María Coapan, Tehuacán, e inculcan esta tradición a sus hijos y nietos para que se mantenga viva entre los habitantes.
Para ellas esta actividad representa la identidad de la comunidad, pues no se trata de una simple carrera, sino de que forma parte de su vida, con la que han crecido y fue heredada por sus madres y abuelas.
Paula, comentó que ella comenzó desde los 10 años a vender las tortillas que hacía su mamá, cuando caminaba por las calles de la localidad, aunque se juntaba con las señoras que iban en la calle para que no se fuera sola y de regreso a su casa hacia lo mismo para que no le pasara algo.
“Es muy bonito, a veces no por ganar, sino solo para mantener esta tradición y que no se pierda, ahorita ya no salgo a vender, lo hace mi hija, pero seguimos haciendo, lo hago con prensa, antes hace muchos años era con la mano, pero eso ya cambio, ahora ya no solo es tortilla, también atole”, expresó.
Recordó que ella se cargaba el tenate con el reboso en la espalda para correr, lo cual lo hacía descalzada, lo cual le gusta hacer actualmente, pues es una herencia de su mamá, mientras que ella tiene cinco hijas que de chicas igual se dedicaban a esto, pero ahora que ya están casadas ya solo una vive con ella.
Precisó que hacer tortillas es una actividad que se hace desde muchos años en Santa María Coapan, pero que se refuerza con la tradición que se hace cada agosto, pues muestra la identidad cultural que tienen como comunidad, ya que en su caso aun lo hace en comal de barro y con leña.
“Vamos a estar en la carrera, no me preparo, así nada más me levanto para participar, es algo a lo que estamos acostumbrados, imagínese, llevamos 56 años en esto, tanto desde que empezamos a vender de niña, como ahora que estamos ya haciendo y ahora la que vende es mi hija”, remarco.
Es parte de la raíz y cultura que tenemos: Gudelia
Por su parte, Gudelia Albino mencionó que igual lleva 29 años corriendo, pues es una parte de la raíz y cultura que tienen como coapeños y no quiere que se pierda, por lo que en su caso que habla náhuatl, como lengua materna, sigue inculcando esta actividad a familiares y amigos.
Refirió que para ella vender tortillas es una actividad económica, pues desde hace 24 años, cuando su esposo la dejó, ha trabajo en esta actividad para darle carreras a sus hijos y los tres estudiaron, de los que dos terminaron, pues “tenía que alcanzar para todos”.
“Yo les dijo a mis nietas que también corran, que participen, que se vistan y no les de pena, que se sumen a estas actividades, para mí siempre significó una parte económica, no solo las tortillas, sino también de los tacos y los atoles, esto viene desde herencia, desde mi bisabuela”, expresó.
Manifestó que su abuela, que tiene más de 35 años de fallecida, era tortillera y memelera, mientras que su mamá desde los 23 años empezó igual con esta actividad, sin embargo, ninguno de sus tres hijos se está dedicando a esto, pero trata de inculcarlos a sus nietos, que son 10.
“A veces salgo para ir a otros lugares y mostrar la tradición que tenemos, mis nietos me dicen a dónde voy, me dicen, quiero ser como usted, pero no lo intentan, aunque ahí estoy para darles y enseñarles para ver cuando se les ocurre de conocer aprender”, declaró.
Enfatizó que ella inició en eta actividad desde los 9 años y en el caso de la carrera, que es el domingo, lo hará con huaraches y no lo hace por ganar o algún premio, sino por mantener viva esta tradición y se mantendrá así hasta que su estado físico se lo permita.
