De 2014 a la fecha, seis personas murieron durante el carnaval de Huejotzingo debido a disparos por mosquetes, además de decenas de heridos; ante los recientes hechos -que dejaron un menor muerto-, el gobierno de Puebla planea regular el uso de estas armas o incluso cancelarlo.
Por muchos años, el carnaval de Huejotzingo previo a la Cuaresma fue una de las tradiciones emblemáticas de ese municipio, sin embargo, debido a percances violentos que se registran durante esas fechas ha ido perdiendo simpatía, pues aunque se prohibieron las bebidas alcohólicas, muchas personas violan esta norma, además de que el uso de mosquetes es otro factor que influye en las agresiones.
En 2014, tres personas fallecieron -entre ellas un menor de edad- debido a que tras el desfile se desató una riña donde se involucraron estas armas entre los batallones de huehues que participaban, además de 36 heridos. Por los hechos de ese año seis fueron detenidos.
En la edición de 2015 no hubo fallecidos, pero sí diez heridos, de los que cuatro terminaron en el hospital; mientras que en 2016 y 2017 no se registraron percances.
Para 2018, tres personas resultaron lesionadas por el uso de pólvora en sus mosquetes; una de ellas con quemaduras de segundo y tercer grado en hombro y espalda; mientras que un joven resultó con amputaciones de los dedos de la mano y otro con heridas en los brazos.
En 2019, una riña terminó con la vida de un hombre a dos calles del zócalo, luego de que recibió un impacto en el pecho; además de que a lo largo de la festividad se registraron más de 10 lesionados.
En 2020, año en que también se dio el asesinato de tres estudiantes de Medicina y un conductor de Uber, de los cuales dos eran foráneos, un hombre resultó con heridas debido a que se le prendió la pólvora que usaba para estallar los mosquetes.
Debido a la pandemia del Covid-19, en 2021 no hubo festejos, pero para marzo de 2022, detonaciones de mosquetes terminaron con la vida de un danzante, además de que otros cuatro resultaron heridos. Asimismo, un hombre resultó con severas lesiones en la mano luego de que le explotó la pólvora mientras pretendía mover uno de los cañones usados en el desfile.
El hecho más reciente se dio en el último día del carnaval, cuando tras el desfile, un menor de edad fue lesionado con un mosquete en el abdomen, por lo que fue trasladado al Hospital General de Huejotzingo, donde ya no se pudo hacer nada por él.
Tras los hechos, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina anunció que se analizará eliminar el uso de estas armas en el carnaval e incluso la continuidad del mismo, el cual se realiza desde 1868 y en su momento fue catalogado como el tercero más importante en el país, por lo que en junio de 1997 fue declarado patrimonio cultural de Puebla.
