Fernando Botero, considerado el pintor y escultor más importante de Colombia, murió este viernes a los 91 años por complicaciones de salud, así lo confirmó su hija “Mi papá falleció esta mañana a las nueve de la mañana aquí en Mónaco, llevaba cinco días bastante delicado de salud porque había desarrollado una pulmonía”.
Botero nació en la ciudad de Medellín el 19 de abril de 1932 y su inmensa obra en la pintura y la escultura lo convirtieron en un artista reconocido con sus obras expuestas en los principales museos del mundo.
Su esposa Sophia Vari, también escultura y con quién estuvo casado 45 años, falleció hace cuatro meses a debido a un problema con el cáncer.
“Ha muerto Fernando Botero, el pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz. De la paloma mil veces desechada y mil veces puesta en su trono”, dijo el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su cuenta de Twitter.
Ha muerto Fernando Botero, el pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz.
De la paloma mil veces desechada y mil veces puesta en su trono
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 15, 2023
Botero, el artista de grandes dimensiones
Fernando Botero se caracterizó a lo largo de toda su obra por romper paradigmas y estereotipos sobre los cuerpos y las formas de la naturaleza, pero también de una fuerte crítica social. Podemos ver que figuras robustas, anchas, pero qué también son personajes que reasentan a gente de un superior estrato social.
Así, por ejemplo, tenemos la obra de La Familia Presidencial (1960), en dónde se aprecia cómo se conforman las familias de la clase política, o también la obra de Las torturas de Abu Ghrabi (2005), dónde buscó retratar la violencia ejercida por parte de los invasores estadounidenses y los actos de tortura efectuados en esa prisión (Abu Ghraib).
O la escultura de Adán, dónde se distancia de la cuestión religiosa y opta por desmitificar la figura patriarcal de Adán, poniéndolo por encima de Eva y su a su hijo lo carga como un trofeo.
Una de sus últimas obras es la donada a Colombia, la Paloma de la Paz, con motivo de la firma de los Acuerdos de Paz firmados entre las Fuerzas Armadas Revolucionario de Colombia (las FARC) y el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos.
Gran parte de su obra se puede encontrar en Bogotá y Medellín, ciudades elegidas por él mismo para albergar algunas de sus maravillosas piezas.
