Dos terceras partes del trabajo de las mujeres no se paga: Cepal. Foto: especial.
Dos terceras partes del trabajo de las mujeres no se paga: Cepal. Foto: especial.
Dos terceras partes del trabajo de las mujeres no se paga: Cepal. Foto: especial.
Dos terceras partes del trabajo de las mujeres no se paga: Cepal. Foto: especial.

Durante la 65 Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, celebrada en la sede de Cepal en Santiago de Chile, países de la región acordaron impulsar la sociedad del cuidado para alcanzar la igualdad de género.

En la Conferencia participaron 33 delegaciones de gobiernos (20 de América Latina, 11 del Caribe más España e Italia), funcionarias y funcionarios de 21 agencias del Sistema de Naciones Unidas y más de 200 representantes de la sociedad civil, principalmente de organizaciones de mujeres y feministas.

Daniel Titelman, Director de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), consideró urgente redistribuir los tiempos, los recursos, el poder y el trabajo para transitar hacia un nuevo estilo de desarrollo basado en la igualdad de género y la sostenibilidad.

En la reunión, las delegadas reafirmaron el compromiso de tomar todas las medidas necesarias y progresivas para que los Estados aseguren el incremento de la asignación de recursos financieros, técnicos y humanos, los presupuestos con perspectiva de género y el seguimiento y la rendición de cuentas con participación ciudadana.

División sexual del trabajo, barrera de las mujeres para su ingreso al mercado laboral

Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género de la Cepal reitero que en la cantidad de trabajo no remunerado radica gran parte de la desigualdad económica entre mujeres y hombres de América Latina y el Caribe.

Güezmes reportó que a nivel regional las mujeres dedican el triple de tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, frente a los que ocupan en ellos los hombres, lo cual está “directamente vinculado a las barreras que impone la división sexual del trabajo para su ingreso al mercado laboral“.

Por ello acordaron impulsar la sociedad del cuidado, con sentido de urgencia, para revertir la desigualdad y la feminización de la pobreza con el objetivo de lograr un futuro más productivo, inclusivo y sostenible a través de la autonomía de las mujeres.