Los restauranteros en Puebla padecen la rotación de personal, ya que cuatro de cada diez renuncian, después de estar laborando seis meses en promedio, lo cual genera un impacto, porque destinan entre 15 mil y 20 mil pesos en capacitar a uno nuevo.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) local, Carlos Azomoza Alacio, explicó que ese problema preocupa no solo a sus socios sino al sector en general, porque los empleados están migrando muy rápido sin generar antigüedad.
En entrevista con Ángulo 7, mencionó que si bien es buena la llegada de restaurantes nuevos, a la vez eso propicia que los empleados busquen migrar a dichos negocios, generando que se deba volver abrir la vacante y tener que invertir en capacitación.
Comentó que esa rotación se da en gerentes, meseros y cocineros, porque cada negocio tiene sus propios estándares para dar su servicio y que siempre se mantenga la misma calidad.
Indicó que ese problema se dio más en la pandemia, cuando cayeron las ventas y los empleados buscaban migrar a otro negocio con más actividad, ya que la mayor entrada de ingresos es por propinas.
Azomoza Alacio espera que esa rotación de personal no crezca más, porque traerá un impacto económico mayor a los restauranteros, quienes si bien se han ido recuperando después de dos años complicados por la pandemia por Covid-19, tampoco se pueden dar el lujo de tener pérdidas, ahora por la migración laboral.
Incluso, puntualizó, en temporadas como la del chile en nogada, se da más la rotación de trabajadores, quienes se van a negocios donde haya importante afluencia de comensales, quienes representen más propinas.
