Con más de mil 500 participantes en los 32 estados del país, de los cuales 250 son de casi todos los 217 municipios de Puebla, la Comisión Cultural Nacional del Movimiento Antorchista llevó a cabo la Primera Jornada Nacional de Declamación.
De acuerdo con la organización, los concursantes fueron niños, jóvenes de secundaria y preparatoria, universitarios, maestros, activistas de la organización, declamadores semiprofesionales, así como obreros, campesinos y colonos.
Dada la gran cantidad de participantes, en Puebla se realizó en tres foros: el Instituto de Artes MacuilXóchitl, el histórico Teatro “Víctor Puebla” y El Alero.
Los 250 declamadores que llegaron a la capital de Puebla al concurso fueron seleccionados en 10 eliminatorias, que se hicieron en cada una de las regiones del estado, en esas eliminatorias participaron en total 900 declamadores.
Al respecto, Juan Celis Aguirre, líder del Movimiento Antorchista es Puebla, reconoció la loable labor de Antorcha respecto a la masificación del arte: “Para Antorcha siempre ha sido importante la masificación del arte.
Este concurso de declamación tiene como propósito que la población conozca y se emocione, piense, sufra o viva en carne propia, bajo los versos y estrofas escritos por los grandes genios de la literatura poética, algunos de los pensamientos más elevados que han sido escritos”.
Mientras que el secretario general de dicha organización, Aquiles Córdova Morán, aseguró que : “el arte es una poderosa arma transformadora del hombre, de su conciencia, sensibilidad y voluntad, haciéndolo un hombre mejor, con sentimientos y pensamientos más elevados; transformándolo en un hombre nuevo, más solidario, tolerante e inteligente y, por lo tanto, más capaz de convivir con sus semejantes y de ayudarlos a vivir una vida más plena”.
Por lo que Celis Aguirre invitó al público a declamar poesía: “exploten a cabalidad no solo el contenido, no solo la cultura inmensa que encierra el verso, sino también la música y la melodía que destilan los versos de los grandes poetas. Leyendo poesía y oyendo declamar a los grandes declamadores, el pueblo mexicano, el pueblo pobre, puede llegar a romper la cárcel de la esclavitud”.
LPR
