“Así fue la obra de Fuentes, un alto chorro de agua en una glorieta y así la del futuro de nuestros jóvenes”, dijo la escritora Elena Poniatowska Amor, al recibir el premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2023.
En breve entrevista con Ángulo 7, dijo que el futuro del país está en los jóvenes y puso como ejemplo el 68, refiriéndose a “La noche de Tlatelolco”, cuando miles de jóvenes tomaron las calles de la Ciudad de México y otros estados para democratizar el país.
“Los jóvenes son el futuro de México, yo soy fanática de los jóvenes desde hace años, desde antes de 1968”.
Refirió lo importante que es para ella y el país los volcanes que enmarcan a la ciudad de Puebla. “Toda la conferencia que di giró en los volcanes: el Popocatépetl y la “fuerza de la Iztaccíhuatl”.
Habló de Puebla: “he tenido mucho que ver desde hace años con Puebla, porque mi esposo fue el director del Observatorio Astronómico de Tonantzintla, allá se bautizaron mis hijos, allá pasamos muchas Semanas Santas y vacaciones y allá fuimos muy felices viendo el cielo, él lo veía por el telescopio y yo con mis ojitos (…) ha dado grandes pensadores (…) es una ciudad maravillosa (…) hay 365 iglesias que tocan al mismo tiempo”.
El premio Carlos Fuentes
La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, en representación del presidente, Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, la subsecretaria de Desarrollo Cultural, Marina Núñez Bespalova, la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán Álvarez, la viuda de Carlos Fuentes, Silvia Lemus Covarrubias, y el escritor Javier Garcíadiego Dantán, le entregaron, a sus 91 años, este galardón a Poniatowska Amor.
Garcíadiego Dantán dijo que la escritora “está enfuentizada y no se quiere desenfuentizar (…) mientras los mexicanos y mexicanas de todas las edades, orígenes, regiones y gustos estamos Elenizados”.
Por su parte, Alcalde Luján dijo: “Elena Poniatowska y su conmovedora humildad han enseñado una lección fundamental, que la creación cuando hay compromiso político debe traducirse en pensamiento, pero también en acción, solo el intelectual que se define puede ayudar a los demás a definirse”.
“Lo que puedo agregar hoy aquí, son las vivencias de una lectora, admiradora, amiga de Elenita, en tres momentos de mi vida en las últimas tres décadas. El primero, en el contexto de la obra Un objeto del deseo, una copia de la novela Aura, alrededor del cual es posible entender que la literatura es también un acto de rebeldía y que abrir las páginas de un libro nos hace libres”.
Jóvenes, otra vez
“El segundo, un correo electrónico de Elena Poniatowska diseñando y proponiéndole un programa de encuentro con jóvenes. Y el tercero, es hoy 12 años después…”, finalizó Alcalde Luján.
“Cada rincón de este país, cada historia, cada movimiento, cada lucha, cada personaje han sido tocados por tu pluma y ojos puros. Con los trazos de tus letras has pintado México”, dijo Frausto Guerrero.
“Sus retratos de mujeres famosas e infames, anónimas y estelares crearon una gran galería biográfica del ser femenino en México (…) Aquí estamos, acompañándote Elena, en una fecha especial, un día en el que se unen nuevamente los jóvenes, Elena y Carlos. ¡Te queremos mucho Elena!”, concluyó cariñosamente Silvia Lemus, periodista y viuda de Fuentes.
Finalmente, los integrantes del presídium coincidieron que, tanto Carlos Fuentes como Poniatowska Amor, son los mayores muralistas de la literatura mexicana y retrataron “las voces de los muchos Méxicos”.
“Por qué, dónde, cuándo, cómo”: Poniatowska
La escritora, que siempre le dio voz -como periodista- a los mexicanos que no tienen voz, recordó lo importante que fue para su carrera literaria trabajar en diferentes periódicos como Excelsior y Novedades: “a lo largo de 70 años nunca abandoné el por qué, dónde, cuándo, cómo (…) Mi vida ha sido un inmenso signo de interrogación”.
Asimismo, Poniatowska, quien también fue llamada “princesa roja” al renunciar a su ascendencia noble polaca, agradeció la generosidad de sus entrevistados: “todos fueron mis maestros”.
Sobre Carlos Fuentes dijo: “su talento lo hizo abrazar un campo más amplio, el de la literatura, su erudición y su crítica nos dieron una idea más generosa de nosotros mismos… es un creador, es un árbol de sorpresas”.
“Carlos Fuentes siempre giró en un campo magnético desde que desenterró “El espejo enterrado”. Más que otros grandes mexicanos representó para la generación de los cincuenta, el surgimiento de un viento de libertad. Hijo del Popocátepetl y de la Iztaccíhuatl, ningún sol derritió sus laderas, ninguna “cortinita de nopal” impidió que atravesara los océanos, ninguna crítica logró detener su camino ascendente”.
“Recibir un premio que lleva el nombre de Carlos Fuentes (…) equivale a levantar la vista sorprendida por un estallido de luces que revienta en el cielo como la rueda de la fortuna gira sobre la Tierra”.
“Ahí te va, Poni”
“En cuanto a mí, recibo el premio que él me envía con un guiño: ‘Ahí te va, Poni -me decía Poni por enana-, te lo tenía yo guardado’. Nunca creí que yo viviría más que él y que José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis y Vicente Rojo, mis compañeros de trabajo en el diario México en la Cultura”.
“Guillermo Haro (su esposo) nos enseñó a amar con veneración los frutos, las estrellas y los volcanes de México”.
“Espero que ustedes salgan de aquí con la certeza de que ser amiga y recordar a Carlos Fuentes es un regalo tan valioso como lo fue el propio Fuentes, un mexicano que le trajo muy buena suerte a México y seguirá trayéndosela a creadores que hoy por hoy todavía son adolescentes”.
“Hoy, ustedes, miembros del jurado, hoy, ustedes, Carlos, Silvia y Cecilia Fuentes, me entregan un boleto para que pueda subir a las alas del Ángel de la Independencia y desde ahí cantar como lo hacíamos en los cincuenta: “Para subir al cielo, para subir al cielo se necesita una poca de gracia, una poca de gracia y otra cosita”. Así fue la obra de Fuentes, un alto chorro de agua en una glorieta y así también la del futuro de nuestros jóvenes”.
Entre aplausos, porras y gritos de cariño, la escritora –de más de 47 obras, entre ellas “La Noche de Tlatelolco”, “Hasta no verte, Jesús mío” “Tinísima”, “Leonora” y “El amante polaco”— recibió este Premio Internacional Carlos Fuentes a la creación Literaria en el Idioma Español 2023.
