“Las posibilidades económicas de la Nación y la inagotable disposición del pueblo mexicano para el bien y la esperanza, seguramente responderán en forma admirable a una administración, si ésta, apta y limpia, responsable y cuidadosa, es dirigida a aprovechar, conservar y fomentar los recursos humanos y materiales de México; a crear las instituciones y el ambiente que hacen productiva, digna y noble la convivencia, y no a complacer compromisos ideológicos, ahondar viejos problemas artificiales.”
Manuel Gómez Morín
Gobernar mirando el retrovisor es una pésima estrategia electoral, se hace evidente ante la aparición de un Frente Amplio que aglutina la oposición, el contraste es de tal magnitud que los candidatos más posicionados a coordinar la mesa del Frente, han logrado crecer en poco tiempo lo que al presidencialismo le ha tomado años, recursos y excesos.
Los niveles de aprobación presidencial se centran en un gobernante que ha sido celoso de su protagonismo, su egocentrismo se convertirá en un ancla que detendrá su avance y lo paulatinamente lo hundirá. Mismo, que no estará en la boleta y que la irrupción en el proceso de selección de sus candidatos además de debilitar a sus “tiradores” los descalifica.
Los niveles de aprobación del gobierno federal anticipan un derrumbe de popularidad, por la sencilla razón que explican reconocidos demoscópicos: cuando a la gente se le toca el bolsillo, despierta del populismo que los hipnotiza. Y es que no hay que dejar de observar que los estudios de opinión pública dan cuenta de que la inconformidad por la situación de seguridad, economía y trabajo van en acenso hacia el final de sexenio.
La semana pasada, con bombo y platillo el merodeador de Palacio Nacional festinaba la reducción de la pobreza, pues según las cifras del Coneval la pobreza extrema pasó de 8.5 por ciento al 7.1 por ciento (de 2020 a 2022) sin embargo la fiesta duró poco, pues en el mismo informe de Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, revela que la población vulnerable por carencias sociales creció del 23.7 por ciento al 29.4 por ciento.
Lo que han explicado economistas es que las remesas, la reactivación de la economía por la pandemia y el aumento al salario mínimo reflejan la leve reducción de la pobreza y pobreza extrema y las carencias sociales tienen su fundamento en las políticas de gobierno en materia social.
Y este es un ejemplo de panorama maquillado con el que se conduce el gobierno federal, son las cifras sin fondo con las que se envalentonan en discursos triunfalistas, la realidad está en otro lado y las y los mexicanos despiertan del sueño con el estruendo del desastre que está dejando este régimen a su paso.
México está concentrado en su presente y no permitirá más vivir en el pasado. Y ni siquiera es necesario esperar a un relevo del régimen, hoy las propias “corcholatas” hacen análisis, diagnósticos y evaluaciones para presentarse ante sus seguidores y son ellos mismos quienes reconocen la grave situación en la que está el país. ¿A quién echarán la culpa si llegaran a gobernar?
El contraste electoral llegará a su tiempo, los resultados de los gobiernos de la 4T son desastrosos, la oposición se prepara para presentarse a los tiempos legales con una fuerza real, respondiendo a las y los electores. Difícilmente aceptará la mayoría continuar con un régimen que siempre está viendo el pasado. Ese pasado, del que ellos, ya son parte reciente, el tiempo se les acabó.
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