El 17 de mayo pasado el consejo universitario aprobó la propuesta del grupo de trabajo institucional nombrado por la rectoría de la BUAP para la revisión, actualización y armonización de la Ley de la BUAP.

Ya hay una plataforma para la consulta “multitudinaria” de esta propuesta, que durará la fabulosa cantidad de 5 días, incluido el fin de semana. Sólo puedes entrar a ver la propuesta con tu número de trabajador o de estudiante, y después de leer los “Antecedentes” y la “Exposición de Motivos” te preguntan si estás de acuerdo o no con que la rectoría mande esta propuesta al gobernador para el proceso legislativo correspondiente.

No cabe duda de que están tan acostumbrados a violar la legislación que se les hizo muy fácil lograr el dos por uno. Obviamente la pregunta es tramposa porque al aceptar que se mande la propuesta, estás aceptando la propuesta misma, que ni siquiera se ha discutido. Ni tampoco se discutió en el consejo de acuerdo con el artículo 156 del Estatuto Orgánico que señala en la fracción I. “Dar a conocer a los miembros del Consejo Universitario el texto del proyecto, para que en un plazo de quince días hábiles, siguientes a aquél en que se les hubiese turnado, lo analicen y emitan su opinión ante el Abogado General.”

No sólo esto, sino que además pretenden de esta manera cumplir con el artículo 2 de la Ley General de Educación Superior que en el párrafo tercero señala: “Ningún acto legislativo podrá contravenir lo establecido en la fracción VII del artículo 3o. constitucional. Cualquier iniciativa o reforma a las leyes orgánicas referidas en este artículo deberá contar con los resultados de una consulta previa, libre e informada a su comunidad universitaria, a los órganos de gobierno competentes de la universidad o institución de educación superior a la que la ley otorga autonomía, y deberá contar con una respuesta explícita de su máximo órgano de gobierno colegiado”.

Resulta que antes de consultar a la comunidad universitaria ya el consejo universitario aprobó la propuesta, propuesta que no se envió a los órganos de gobierno como lo son los consejos de unidad académica y los consejos por función, tal y como lo señala la fracción citada.

La marrullería no tiene límites. Creen que con esta plataforma equivalente a un buzón de sugerencias ya cumplieron con la “consulta libre e informada” y están esperando que el Congreso del Estado no se fije en que no cumplieron con su obligación de enviar la propuesta a los órganos de gobierno competentes, como dice el artículo 2. Sería una grave omisión del poder legislativo de nuestro estado. Y esto en caso de que el Congreso no modifique nada, porque si llegara a modificar algo con mayor razón tendría que llevarse a una consulta real y a una discusión colegiada que ni siquiera el Consejo Universitario pudo sostener, puesto que le enviaron la propuesta la noche previa al 17 de mayo, día en que se aprobó.

Esto que hoy vivimos en la universidad nos da una idea de la enorme tragedia de tener un consejo universitario que no se preocupa por discutir y que sólo escucha a los funcionarios y algunas autoridades personales que, como bateadores designados, se van turnando para hablar en favor de las propuestas de la mesa. Si nadie discute, si nadie propone, si nadie pregunta, ¿cómo no van a votar de manera unánime?

Estamos viviendo una época muy negra en la BUAP cuando los propios directores(as) de las unidades académicas piden al consejo universitario que prorrogue el mandato de los actuales consejeros de unidad. Si la legislación señala que durarán en su cargo dos años, ¿por qué no convocar a elecciones? Muchos de estos consejos están diezmados por el natural egreso de los estudiantes y, en el caso de los profesores, hay quienes dejaron de ser consejeros de unidad para ser consejeros universitarios. En otras palabras, la representatividad de estos consejos diezmados no existe, ni mucho menos la paridad de representación.

Haremos una revisión de la propuesta en cuestión, pero me parece que la solicitud de “cambio” de la ley de la BUAP es sólo el pretexto jurídico para modificar a lo largo y lo ancho el Estatuto Orgánico y los Reglamentos vigentes.

No quisiera despedirme de ustedes sin antes felicitar a Ángulo 7 por sus fructíferos diez años de existencia y agradecer el espacio que me brinda para dar a conocer las opiniones de esta universitaria.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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