El juicio al exsecretario de seguridad pone en duda el ascendente de México en el mundo.
La relación bilateral con los Estados Unidos de América siempre ha sido complicada, hace algunas décadas se pasó de considerar a este país como un peligro para verlo como una oportunidad, de ahí el TLC ahora T-Mec. ¿Estará cambiando esta situación? veamos.
Certificación.- Antaño se certificaba a México al recibir fondos que el Congreso americano destinaba para el control de las drogas, el resultado: nuestro país quedaba en medio de las descalificaciones. Recuerdo que hubo un esfuerzo con recursos financieros para pagar el mantenimiento de la flota aérea de la entonces Procuraduría General de la República y así evitar la certificación, se llegó a aparecer en ceros en la contabilidad dicho Congreso y entonces se evitó la certificación.
Sin embargo, como no existía un procedimiento de reintegro de recursos de ejercicios fiscales anteriores, sólo para dejar de recibirlos, se siguieron empleando los dineros atrasados y operó la medida para los ejercicios fiscales futuros; tal vez fuimos los primeros en adoptar esa decisión, otros países no siguieron nuestro ejemplo.
Juicio.- Las declaraciones de “El Diablo”, exfuncionario nayarita, sin aportar pruebas en el juicio Brooklyn, ponen en entredicho al gobierno mexicano y al país. Independientemente del resultado judicial las repercusiones en la imagen internacional nos colocan en situación de vulnerabilidad.
Si a esto se agrega el ambiente de las descalificaciones al Poder Judicial, las elecciones financiadas con dinero ilícito, el control territorial de la delincuencia organizada y la violencia homicida, el cóctel que se conforma contribuye a la fragilidad.
Terrorismo.- Los fiscales generales de 21 estados americanos solicitaron al gobierno del presidente Biden, que use sus poderes para declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
En una carta enviada al mandatario y al Secretario de Estado, los fiscales del partido republicano, pidieron “ejercer el poder que le ha conferido el Congreso para tomar medidas rápidas y decisivas para abatir este mortífero azote”.
Víctor Hugo expresó: “Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo”.
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