Círculo de Escritores Ibero Puebla
Círculo de Escritores Ibero Puebla

                                                                                                       

circulo escritores ibero

Por: Dra. Laura Angélica Bárcenas Pozos 

La semana pasada asistí al X Congreso Iberoamericano de Pedagogía. A ras de tierra. Educación. Inclusión. Justicia Social, que organizaron la Sociedad Española de Pedagogía y la Ibero Cd. de México. Fue un evento que se llevó a cabo de manera híbrida, es decir todas las actividades fueron presenciales, pero algunos participantes y algunos asistentes, se conectaban, pues no les había sido posible asistir presencialmente al evento. Y más allá de las lógicas que ahora y después de la pandemia tienen los eventos académicos, me interesa tratar aquí la conferencia magistral del miércoles 23 de agosto que estuvo a cargo de Margarita Poggi, quien es una académica argentina que lleva ya muchos años estudiando a los docentes y sus prácticas.

Así que dado que uno de los aspectos delicados en cuanto a educación en la 4T es la emisión de los nuevos libros de texto, así como que no se ha dado a conocer el nuevo plan de estudios a pesar de que este lunes 28 de agosto dio inicio el nuevo ciclo escolar, he decidido escribir sobre la conferencia que dictó Margarita Poggi en donde habló sobre la formación docente y en dónde se da esta.  Pues, por un lado los planes de estudio ahora sí son escuetos, y por otro se está esperando que los docentes tomen la acción educativa en sus manos y decidan qué es necesario que aprendan sus estudiantes (esto junto con alumnas, alumnos y hasta con padres de familia), además de organizar las actividades y los ritmos en el aprendizaje. Pero para tomar estas decisiones se requerirá de formación docente.

Esto, porque hasta el curso escolar pasado el o la docente tenía muy poca posibilidad de acción o decisión sobre lo que enseñaba y cómo lo enseñaba. Los libros para el profesor le decían hasta que material utilizar para que los estudiantes alcanzaran los objetivos de aprendizaje. Sin embargo en la regularidad las y los estudiantes, difícilmente los alcanzaban.

Triste realidad que durante años ha llevado a las y los alumnos a no preguntar sus dudas y han preferido guardar silencio, o molestar al grupo, o ignorar lo que sucede en el aula. En cualquiera de los 3 casos, no ha habido aprendizaje.

Así que los actuales programas, sólo dan algunas ideas a las y los docentes sobre qué se podría hacer, pero la gran mayoría de ellas y ellos llevan años haciendo lo que indica el libro del profesor, sin reflexionar a fondo por qué tiene que hacer tales o cuales cosas, además de que en los últimos años se llegó a extremos, pues tenía que cubrir tal o cual tema, independientemente de que los alumnos y las alumnas entendieran qué se estaba aprendiendo, pues lo importante era concluir el plan de estudios, no el aprendizaje. Esto bajo el ojo observador de un supervisor.

Las y los docentes están un poco nerviosos, en el mejor de los casos, o apanicados cuando no tienen claro qué va a suceder en las aulas, pues con el paso de los años les fueron cerrando su ámbito pedagógico de decisión en los procesos de aprendizaje. Pero contra todo pronóstico, lo que nos expuso Margarita Poggi, hace sentido con lo que está proponiendo la SEP en los nuevos planes de estudio y con los nuevos libros de texto y es que se pretende que el o la docente tome parte activa del proceso de aprendizaje y decida qué se aborda en la clase a partir de las necesidades que surgen en los contextos que habitan las y los estudiantes.

Margarita Poggi asegura que las y los docentes cuentan con un conocimiento poco sistematizado pero que está basado en ciertos modelos que se van construyendo desde que estas y estos docentes fueron estudiantes, ahí generaron ciertas creencias y expectativas de la labor docente que es punto de partida de lo que ahora hacen. Asegura que las y los docentes enfrentamos un campo lleno de tensiones que vamos resolviendo con conocimiento y experiencia, abonando a nuestro capital cultural docente. Señala que de acuerdo a Bourdieu construimos un “habitus” que es un conjunto de esquemas que nos permite entender, interpretar y actuar en el mundo. Y señala que las y los docentes contamos con un habitus específico que nos hace actuar de una manera particular a través de esquemas adquiridos que favorece que nuestra práctica se adapte a situaciones y condiciones específicas.

También comenta que de acuerdo a lo señalado por Bourdieu las y los docentes definen sus prácticas relacionando sus capacidades desarrolladas en el pasado y las que hay que agregar en nuevos contextos o cuando se tienen que incorporar innovaciones o nuevos modelos de actuación, que permiten intervenir en una comunidad escolar específica. Poggi señaló casi al final de su conferencia que el habitus profesional del docente es de larga data y que se construye y reconstruye prácticamente todo el tiempo, por eso siempre vamos tomando experiencias previas para resolver situaciones actuales y no controladas que acontecen en el diario vivir del aula.

Al salir de la conferencia me quedé con dos cosas, una es que las y los docentes irán resolviendo el nuevo modelo educativo, más centrado en el estudiante y a partir de las necesidades contextuales, si las y los docentes cuentan con un habitus docente previo sólido y que han construido a lo largo de los años y que esto mismo les irá dando experiencia para seguir reconstruyendo su habitus docente que siempre está en reconstrucción. Sin embargo no estaría mal pensar en un proceso de actualización que pueda ser un proceso de reflexión sobre la práctica, más que cursitos en cascada.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

incendios forestales