*Dr. Romeo A. Saldaña Vázquez
El pasado 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha que nos recuerda la importancia de cuidar a nuestro planeta y de los procesos naturales que mantienen la vida en él. Este día tiene como objetivo concientizar a la población sobre la necesidad de tomar medidas para preservar el medio ambiente y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras, centrándose en la problemática de la contaminación por plásticos. La conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente es de gran importancia en un mundo en el que la degradación ambiental y el cambio climático representan una amenaza cada vez mayor para la supervivencia de la humanidad y de otras especies.
La misión de las universidades de la compañía de Jesús se alinea con el espíritu del Día Mundial del Medio Ambiente. Ya que promueven la formación integral de los estudiantes, buscando formar líderes comprometidos con la construcción de un mundo más justo, solidario y sostenible. Como parte de nuestras iniciativas en el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente de la IBERO Puebla, nos sumamos a la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente con diversas actividades. Una de ellas fue la proyección del documental “Un océano de plástico” el cual nos lleva por los océanos del mundo, revelando la alarmante realidad de la contaminación plástica que enfrentamos en la actualidad. A través de imágenes cautivadoras y testimonios de científicos, activistas y expertos en medio ambiente, el documental pone de relieve la magnitud de este problema global y sus impactos devastadores en la vida marina, los ecosistemas y la salud humana.
El documental explora cómo los desechos plásticos, en particular los micro plásticos, se han convertido en una amenaza creciente para los océanos y su biodiversidad. Desde las playas más remotas hasta las profundidades abisales, descubrimos cómo los plásticos se fragmentan en partículas diminutas, se infiltran en la cadena alimentaria y afectan a las especies marinas y finalmente al ser humano. A través de historias conmovedoras y ejemplos impactantes, “Un océano de plástico” también examina las causas subyacentes de esta crisis ambiental, como la producción masiva de plásticos de un solo uso, la falta de infraestructura adecuada de reciclaje y la cultura del consumo desechable. Además, el documental destaca las acciones individuales y colectivas que podemos tomar para reducir nuestra huella plástica y preservar nuestros océanos para las generaciones futuras.
Durante la proyección, tuvimos la oportunidad de comentar el documental con la Dra. Estefanía Martínez Tavera, reconocida catedrática e investigadora de la Upaep, y la Lic. Erminia Cunill, directora de impresiones textiles del Grupo Providencia. Ambas resaltaron que el problema de la contaminación por micro plásticos está presente en México y Puebla. La Dra. Estefanía ha encontrado estos micro plásticos en ríos y en peces que habitan los cuerpos de agua de la cuenca del río Atoyac. Señalando que tenemos un pasivo ambiental alto en la cuenca, como producto de la contaminación por plásticos. Ante esta realidad nos surgió la pregunta ¿Cómo disminuir nuestra huella plástica? De acuerdo con la Lic. Erminia la clave está en que el consumidor cambie sus preferencias de consumo. Reduciendo la compra de materiales plásticos para que la industria se vea en la necesidad de innovar y producir materiales menos contaminantes. Así mismo, es necesario acercar a las niñas, niños y jóvenes a tener más contacto con la naturaleza. De tal manera que creen un respeto y amor por mantenerla viva, y sean sensibles a los problemas de contaminación por plásticos.
Estas reflexiones cada vez son más presentes en otros sectores de la sociedad. A medida que enfrentamos altas temperaturas derivadas del cambio climático, es evidente que nuestro planeta está en peligro. La contaminación por plásticos se ha convertido en una amenaza creciente para nuestros océanos, su biodiversidad y nuestra propia salud. Es crucial que cada uno de nosotros tome medidas para reducir nuestra huella plástica y promover un cambio en las prácticas de consumo. Al mismo tiempo, es fundamental que la industria innove y produzca materiales menos contaminantes. Además, debemos fomentar el contacto con la naturaleza en las nuevas generaciones, cultivando un amor y respeto por nuestro entorno. Solo a través de acciones colectivas y decisiones responsables podemos preservar nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
*Doctor en Ciencias, académico en el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, SJ, de la Universidad Iberoamericana Puebla.
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