Guadalupe Rubalcava no lo pensó ni un momento cuando le dijeron que podía ser donadora de riñón de su hermano, Jesús, po lo que llamó a los poblanos a adoptar la cultura de la donación de órganos y salvar vidas, pues tan solo en Puebla hay mil 500 pacientes en espera.
Lo anterior, en el marco del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, que se conmemora el 26 de septiembre, con el fin de concientizar y promover entre la población la importancia que tienen esta acción, ya que esto puede constituir la diferencia entre la vida y la muerte de un ser humano.
En entrevista con Ángulo 7, Guadalupe contó que ella donó su riñón en 1997, cuando tenía 25 años, porque no quería perder a su hermano y, desde entonces, se volvió más consciente de la importancia de la donación.
“No se lleven sus órganos”, pidió a los poblanos, pues refirió que, cuando una persona muere, a veces la familia se queda sin el sostén de la casa y esto puede darles una segunda oportunidad.
Sostuvo que esté proceso es fácil cuando es para una persona que quieren, pues “ni lo piensas”, además de la felicidad que le generó por saber que gracias a su riñón, Jesús, en ese entonces de 23 años, podía tener una segunda oportunidad.
“Que la gente done sus órganos de verdad, que salven muchas vidas y familias, este te pone feliz, recuerdo que fue casi un año el proceso, entre estudios y como nos dijeron que con un riñón se puede vivir. Yo no dudé para nada en dárselo. Ya los dos tenemos hijos y aquí seguimos”, explicó.
Es un acto de amor: Jesús
Por su parte, Jesús, quien recibió el riñón, lo definió como un “acto de amor”, al señalar que son pocas las personas que se atreven a donar un órgano en vida.
Detalló que su trasplante se hizo en el hospital de Especialidades de San José, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero en 2012 volvió a recaer, toda vez que el órgano que le dio su hermana terminó su vida útil, por lo que se mantuvo por 6 años con diálisis.
Después, ingresó a la lista de espera del IMSS hasta el 2018, cuando le notificaron que había una donación.
“Ahora ya tengo mi familia (…) Yo los invito a que no pierdan la fe, que tengan la paciencia y fuerza de seguir viniendo y esperar hasta que puedan recibir porque Dios siempre está con uno como a mí que llevo dos veces”, remarcó.
Padecimientos renales, los que más afectan
Por su parte, María Alejandra Domínguez Coco, coordinadora de Donación del Hospital de Especialidades del IMSS, expuso la importancia de que las familias dialoguen sobre este tema, ya que muchos de los que pierden vida pueden ayudar hasta a cinco que esperan un órgano.
Dijo que en actualmente en línea de espera se tienen mil 500 pacientes, así como 50 por una córnea, ya que “desgraciadamente” siempre son las los padecimiento renales los que afectan más a la población y por eso son los que más se necesitan, no solo en Puebla, sino a nivel nacional.
Mencionó que en lo que va del año se han realizado 120 trasplantes, de los que 80 han sido por riñón y los otros 40 fueron de córnea, que pues ya están recuperando, ya que fueron 2 años que por la pandemia del Covid-19 los programas de donación se detuvieron.
Comentó que en Puebla el promedio es de cuatro donantes, por un millón de personas, cuando el promedio tendrían que ser de entre 30 y 40 al año.
“El llamado es que es un acto de altruismo, que tengan cierto que la donación siempre va tener un buen fin, hay personas que están esperando contar con el órgano y tejido para tener una segunda oportunidad, pensando en que lo vas hacer bien, platicar con tu familia y que quede claro que estas a favor y que es para ayudar a los demás”, asentó.
Por ello, dijo que para ello pueden acudir al IMSS, hay tarjetas de donación, que pueden darse con la que se firma y se muestra a los familiares, ya que estarán seguros que son donantes.
LPR
