La presa Manuel Ávila Camacho, en Puebla capital, mejor conocida como Valsequillo, terminará 2022 al 70 por ciento de su capacidad, pues alcanzó un almacenamiento de 209.18 hectómetros cúbicos de agua; este año, solo la de Nexapa, en Tlaola, llegó al 100 por ciento de su capacidad.
De acuerdo con el Monitoreo de las Principales Presas, del Sistema Nacional de Información del Agua, de la Conagua, consultado el 29 de diciembre, la presa de Valsequillo vio un incremento en su almacenamiento a partir de agosto, tras el inicio de las lluvias, cuando registraba 166 hectómetros cúbicos. Sin embargo, debido a la sequía de este año, que afectó a la mayoría de las regiones en el país, no pudo alcanzar su máxima.
La importancia de dicho cuerpo de agua reside en que es utilizado para el riego agrícola de los terrenos que componen el Valle de Tecamachalco, Tlacotepec y Tehuacán; además de que funciona como un vaso de sedimentación, es decir, depura y retiene sólidos suspendidos para las cuencas de los ríos Atoyac-Sahuapan y Alseseca, ubicados en los estados de Puebla y Tlaxcala.
Respecto a las otras cuatro presas que monitorea este sistema, destacó la de Nexapa, que llegó al 104 por ciento de su capacidad, con 13.01 hectómetros cúbicos.
Por su parte, la de Necaxa, en el municipio de Juan Galindo, se quedó al 96 por ciento de su capacidad, con 27.87 hectómetros cúbicos de agua. En tanto, la de Tenango, en Huauchinango, llegó al 71.3 por ciento, con 20.31 hectómetros cúbicos.
Lejos de su capacidad quedó la presa de La Soledad, en Tlatlauquitepec, que llegó 47 por ciento de su capacidad, con 6.51 hectómetros cúbicos.
