La delegación del INAH en Puebla analiza si las modificaciones hechas en los túneles debajo de los lavaderos de Almoloya ameritan proceder contra el hotel Rosewood, ya que éste los tuvo a su custodia por varios años hasta que fueron rescatados por el gobierno estatal.
Así lo informó, en entrevista, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la entidad, Manuel Villarruel Vázquez, quien recordó que el proyecto de reforzamiento de la zona está a cargo de la administración estatal y espera a que se lo presente.
El funcionario celebró que en mayo se haya hecho el rescate de estos espacios históricos, además de que el INAH da seguimiento a las labores que se hacen, pues sus especialistas hacen observaciones para que, de ser necesario, se implementen las medidas preventivas y determinen las prioridades a intervenir.
“En los lavaderos, nosotros hicimos un dictamen del estado de conservación que tienen, se lo entregamos al gobernador quien vio la posibilidad de hacer un proyecto de conservación, porque este espacio tiene muchos años de abandono, además de que estaba resguardado por particulares que no lo habían dado mantenimiento”, asentó.
En ese tenor, dijo que tiene que revisar cuáles son las características del estado anterior en el que estaban, es decir, cuando fueron entregados en resguardo al hotel, y compararlas con las condiciones en que fueron rescatados.
Refirió que la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricas los faculta para determinar si existe algún daño que merezca una sanción contra los responsables, sobre todo porque se hicieron modificaciones estructurales.
Sin embargo, dijo que las administraciones estatal y municipal de Puebla, al ser los concesionarios de estos espacios, podrán determinar si hubo afectaciones y alteraciones a la propiedad de la institución gubernamental y actuar en consecuencia.
Precisó que será el estudio que haga el gobierno estatal en el que se determine el costo que tendrán las labores de reforzamiento de los túneles y el tiempo de ejecución, mismo que debe ser analizado por el INAH para darle el visto bueno o hacerle cambios.
