En Puebla, la diversidad cultural estuvo marcada desde la Conquista, pues el Centro Histórico de la ciudad fue trazado para españoles porque “ostentaban el poder”, mientras que los indígenas fueron excluidos a la zona de San Francisco y Analco.
Así lo señaló, en entrevista con Ángulo 7, José Cervantes Sánchez, coordinador del Área de Reflexión de la Universidad Iberoamericana, en el marco del “Día mundial por la diversidad cultural para el diálogo y el desarrollo”, que se conmemora este 21 de mayo.
Explicó que por ello se tiene que crear conciencia sobre la importancia del diálogo intercultural, la pluralidad y la inclusión, así como asumir que hay diferentes culturas, de las que ninguna está por encima de la otra, pues todas tienen los mismos valores e importancia.
Recordó que, tras fundación de la ciudad (1532), se marcó mucho la división entre lo que era el centro y la zona de San Francisco, por lo que desde entonces quedaron esas raíces, cuando no se tiene que estar obligado a vivir en una sola, sino que todos tienen el derecho a pensar diferente.
Hoy en día –dijo- la cultura dominante en Puebla –pues hay matices dependiendo del lugar— es la occidental de corte europeo, marcada por una moral cristiana-católica, en la que se ha pensado que todos los otros que se van alejando de ese centro hegemónico van perdiendo legitimidad y que en la gran mayoría han sido participes.
Por ello, afirmó que lo que se tiene que hacer es partir de esa convicción de que todos tienen el mismo derecho a existir.
Hay que asumir diversidad cultural
Refirió que se asimila ser indígena con ser pobre, por lo que se ha naturalizado que “es un ser inferior” y que no tiene algo que aportar, cuando la realidad es lo contrario porque mantiene sus usos y costumbres, además de que preserva su lengua.
“No sólo en Puebla, sino en todos lados, es parte de la condición humana. Tenemos miedo de lo que es diferente, de lo que nos saca de nuestra costumbre y cotidianidad. Entonces, es necesario hacer un alto de manera intencional, convencernos y asumir que todos tenemos diferentes culturas y que no hay una que esté por encima de la otra”, expresó.
El académico manifestó que esto se debe a que se tiene una estructura histórica que se ha consolidado a lo largo del tiempo, lo que ha impedido ver toda la riqueza que otras culturas diferentes a la dominante pueden aportar.
“Se sigue pensando que solo hay una manera de entender la vida con normas sociales, morales y religiosas que son superiores a otras”, señaló.
Capitalismo rechaza diversidad cultural
Cervantes Sánchez comentó que está muy marcado el tema de las culturas y el rechazo a la par porque a ello se suma el capital, teniendo como lógica que lo único que importa es la cantidad de dinero que alguien puede tener y que es lo que da la felicidad, cuando en realidad es que terminan aislándose.
Puso de ejemplo que cuando las personas migran del campo a la ciudad por necesidad y se tienen que quedar a vivir, “se enfrentan en una barrera” que la sociedad se ha encargado de levantar cada vez más para que sea difícil para ellos, tanto material como simbólicamente.
“Se tiene que concientizar de la importancia del diálogo intercultural y la inclusión, pero tiene que partir de una convicción, que otra cultura diferente a la hegemónica tiene el derecho a expresarse, pero que tiene en principios igual eliminar y no debería ser una condición de subordinación”, asentó.
“Que no se busque imponer una cultura sobre otra, igual ocurre mucho la naturalización de la vida cotidiana, uno no anda diciendo: ‘la mía es mejor que la tuya’, sino que así está legitimado en el ambiente, porque si bien son cosas pequeñas, podrían dar una valoración mutua de la riqueza que se tiene”, expresó.
Recalcó que la diversidad cultural tiene que verse como una forma de enriquecer la vida de las personas, además de que es un componente indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, pues actualmente “está muy marcado” la división que se tiene.
R: DJ
