La empresa Sánchez y Sánchez Asesores se quedó con los 5 mil 602 vehículos chatarra que subastóel ayuntamiento de Puebla, por lo que recibirá 23 millones 458 mil 285 pesos, que son 236 mil 636 pesos más de lo que había proyectado.
La regidora panista, Ana María Jiménez Ortiz, presidenta de la Comisión de Patrimonio y Hacienda e integrante del Comité Municipal de Adjudicaciones, dio a conocer este lunes el fallo.
Detalló que fue un proceso en el que se inscribieron en un principio siete empresas, aunque solo dos fueron las que avanzaron a la presentación de propuestas técnicas y de éstas, una fue la que cumplió adecuadamente con todas las condiciones solicitadas.
Indicó que se tienen cinco días para firmar el contrato, es decir el viernes, ya que se irán entregando en lotes conforme a la capacidad de maniobra de la empresa, misma que irá haciendo los pagos de manera semanal.
“Estamos hablando que se tiene que terminar de pagar en 120 días, que sería a finales de noviembre cuando se desaloje el predio y recibido la totalidad de los recursos, la entrega de los vehículos dependerá de la capacidad que tenga la empresa”, remarcó.
Es de mencionar que, de acuerdo con las bases de la licitación emitida el 7 de julio, la empresa se tiene que encargar de la destrucción de los vehículos, así como todas sus refracciones, con la finalidad que no se utilicen las piezas ni componentes de las unidades.
Hay unidades desde el 2000
En mayo pasado dicho proceso fue aprobado por el Cabildo de Puebla, ya que las unidades fueron almacenadas desde el año 2000 y hasta el 2018, producto de infracciones por hechos de tránsito, los cuales nunca fueron reclamados por sus propietarios, por lo que se encuentran deterioradas.
Además de que generan contaminación, representan riesgos por la acumulación de sustancias inflamables y tóxicas que podrían causar incendios afectando a las zonas vecinas, además de que ocupan espacio indispensable para el buen funcionamiento de los depósitos.
Por ello, se determinó que la empresa le debe extraer el aceite que tengan, material o líquido contaminante al medio ambiente, ya que los vehículos chatarra están considerados como desechos ferrosos contaminados y ya no pueden ser usados para otro fin.
