La aprobación de la iniciativa presidencial de reforma eléctrica es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria nacional y avanzar en la disminución de las desigualdades entre el campo y la ciudad, entre regiones y tipos de productores del campo.
Así lo afirmó este martes el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera, al encabezar la conferencia 32 del ciclo Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica con Prácticas Sustentables, que organiza la dependencia.
En la conferencia, cuyo tema fue “Reforma eléctrica y sus implicaciones en el medio rural”, llamó a difundir entre los agentes del campo los “detalles y bondades” que ofrece esta iniciativa legal, “entre las que destaca un nuevo régimen para la planeación y control de la electricidad y el sistema eléctrico nacional en manos de la CFE.
También destacó la soberanía nacional en minerales estratégicos, pues concibe que el litio y otros minerales serán bienes del dominio de la nación de manera inalienable e imprescriptible”.
“Electricidad debe ser servicio público nacional”
El funcionario señaló que, para avanzar contra la desigualdad en el campo, es clave que se impulse la confiabilidad del sistema eléctrico nacional como un sistema de servicio público nacional a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Sin la electrificación de la CFE, no habría electricidad en 95 por ciento de las localidades rurales”, comentó.
“Es el momento de asumir que estamos dando una lucha histórica, donde nada más hay dos campos: los de interés nacional y derechos de toda la población, y los campos de los intereses externos, oligárquicos, que impulsan a que México pierda soberanía nacional y pierda la posibilidad de tener un desarrollo autónomo, soberano y con dignidad”, sostuvo.
Reforma eléctrica no es expropiación: CFE
El director general de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, reiteró que la reforma eléctrica que impulsa el Ejecutivo federal no representa de ninguna manera una expropiación para aquellos que hoy desde conglomerados privados ofertan ya el 46 por ciento de la energía en el país.
“Ese 46 por ciento es negocio, representa un mercado más grande que el de toda Argentina y Venezuela. No hay expropiación. Se les invita a que participen en un sistema de competencia entre ellos y bajo control y regulación del gobierno mexicano”, remarcó.
Recordó que desde la época salinista existen dos figuras: generadores independientes y sociedades de autoabasto. Estas últimas se fortalecieron con la reforma energética de 2013 y “de forma amañada se indujo la privatización de actividades que eran exclusivas del Estado, esto es, la transmisión, distribución y entrega de la electricidad”.
Las fórmulas de abasto de energía –señaló– han puesto en desventaja a la CFE, pues ésta no recibe de dichas figuras de inversión privada pago alguno por el uso de su infraestructura de transmisión y debe solventar las intermitencias diarias en dicho abasto de privados, lo cual merma sus finanzas.
LPR
