Desde el 30 de septiembre, decenas de correos confidenciales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se han filtrado en medios de comunicación tras un hackeo ejecutado por el llamado “grupo Guacamaya”, que obtuvo seis terabytes de información militar.
El grupo de hackers también vulneró datos de las Fuerzas Armadas de Chile, Colombia, El Salvador y Perú. Sin embargo, la mayor información proviene de Chile, Colombia y México.
En México, la información extraída suma seis terabytes de datos, principalmente correos, y revelan informes de los últimos seis años de la Sedena.
Una de las revelaciones que más trascendió fue la que se dio a conocer sobre la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador. Los documentos del ejército muestran que el mandatario tuvo que someterse a un cateterismo de emergencia en enero pasado debido a sus problemas cardiacos.
Otra de las revelaciones da a conocer los procedimientos utilizados por el ejército para perseguir, detener y capturar a delincuentes. Lo sensible de estos datos es que ponen al descubierto el funcionamiento de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad, por lo cual vulnera su estructura de organización.
Asimismo, se supo que el Ejército encabeza operaciones de inteligencia y espionaje contra periodistas, activistas y defensores de derechos humanos. Según los mismos, hay listas de periodistas clasificados como “a favor” y “en contra”.
Sedena vigila nexos de autoridades con criminales
Además, también se tiene conocimiento de que la Sedena tuvo conocimiento de que al menos 20 presidentes municipales en el estado de Guerrero tenían vínculos con el crimen organizado, y que esto se sabía desde el sexenio de Enrique Peña Nieto.
También se supo sobre las disputas entre los titulares del Ejército, Luis Crescencio Sandoval, y el de la Marina, el almirante José Rafael Ojeda. Sin embargo, también trascendió que estos desacuerdos no son nada raro dentro del gabinete ni en otros sexenios, y por el contrario se han tratado con bastante diplomacia.
Hasta el momento el grupo Guacamaya se ha atribuido los ataques, aunque no se tiene certeza de quienes financian a esta organización ni qué intereses los respaldan.
El presidente López Obrador ha ironizado sobre ello y ha pedido que se dé a conocer quiénes están detrás de todo esto para verificar “si no se tratan de los mismos”, haciendo alusión a la campaña en su contra orquestada por sus opositores antes de las elecciones a la presidencia en 2018.
LPR
Editado por Istfan AC
