Este jueves el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, presentó ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, para buscar una tregua mundial que ponga alto al fuego entre Rusia y Ucrania.
Esto durante la sesión del Consejo de Seguridad y en la Asamblea General, donde el secretario de Relaciones Exteriores (SER) comenzó reiterando la posición, según sus principios constitucionales de política exterior, imparcial y “de buena fe” de México. Por lo que el único objetivo es salvaguardar los derechos humanos en todo el mundo.
Aseguró que pese al cese de la violencia los responsables de los crímenes que se hayan cometido en Ucrania deben ser llevados frente a las autoridades, así como continuar con la rendición de cuentas respecto a las afectaciones que esta ha causado.
Expresó su especial preocupación respecto al riesgo nuclear derivado de los enfrentamientos alrededor de la planta de Zaporiyia, donde se estableció un perímetro de seguridad. Así como la necesidad de asegurar la comercialización de granos y fertilizantes con países necesitados que sufrirán desabasto debido a bloqueos.
Su argumentación se basó en el artículo 2 de la Carta de la ONU “relativo a la proscripción del uso de la fuerza” en cuyo cuarto párrafo se lee:
“4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas.”
Después de esta exposición reiteró que la propuesta considera la creación de un comité de mediación integrado por el Papa Francisco I, el secretario general de la ONU y el primer ministro de la India, Narendra Modi, quienes gestionarán una solución política para el conflicto entre Rusia y Ucrania, tal como lo dicta el citado artículo.
Lo anterior por al menos cinco años, lo que le daría oportunidad a todos los países para recuperarse de la inflación causada tanto por la guerra como por la pandemia Covid-19.
Finalmente instó a los presentes diciendo: “No es admisible la indiferencia, como tampoco lo es quedarse en el lamento como hasta ahora, en el caso que nos ocupa, el consejo de Seguridad no ha sido capaz de cumplir con su responsabilidad esencial. Las causas por las que este consejo se puede volver disfuncional son conocidas, corregirlas depende de nosotros, los tiempos son propicios para plantear las reformas estructurales que se requieren para ello”.
Por Mariam Rojas.
