Tras difundirse la versión de que el bebé hallado muerto en el Cereso de San Miguel, en Puebla, provenía de la Ciudad de México, la Fiscalía de esta entidad aseguró que no tiene denuncia del robo del cuerpo de un menor de edad de sus anfiteatros o de hospitales.
Este viernes, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) dio a conocer que hizo un rastreo en anfiteatros de la ciudad, tanto suyos, como de hospitales y del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo).
Tras esta búsqueda, refirió que “no cuenta con denuncia o reporte, sobre la desaparición o sustracción de una persona menor de edad, con características del cuerpo hallado en Puebla”.
La Fiscalía reveló esta información luego de que Saskia Niño de Rivera, presidenta de la asociación Reinserta, difundió la versión de que el bebé fue “probablemente sustraído de la Ciudad de México” y murió por asfixia el pasado 5 de enero.
Al respecto, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, afirmó en su conferencia de prensa de este viernes que la investigación del caso avanza y que “pronto” se sabrá dónde nació el bebé, cuándo murió, por qué tenía una herida de cirugía en el cuerpo y quién lo introdujo en el penal de San Miguel.
También señaló que los hechos son distintos a los que activistas han filtrado a medios, lo que ha generado “especulación” en un caso “grave y complicado”.
