El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que “merece una explicación de las autoridades locales” el que el presunto asesino de los dos sacerdotes jesuitas, en Chihuahua, “se moviera con toda la libertad”, cuando tenía una orden de aprehensión.
Añadió que, José Noriel Portillo Gil alias “El Chueco” era “patrocinador de un equipo de beisbol”, por lo que todos sabían “a qué se dedicaba” y “no lo tocaran”
El mandatario puntualizó que este tipo de “convivencia perversa” surgió de los apoyos que se dan en campañas políticas, puesto que los estados se descompusieron y empezaron a hacer tratos con organizaciones delictivas.
Fue el pasado 20 de junio, cuando los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados en la iglesia que encabezaban al tratar de ayudar a un guía turístico que era perseguido por sujetos armados, junio en la comunidad de Cerocahui, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua.
El hecho incluso fue lamentado por el papa Francisco I, quien condenó los asesinatos en México, aunque señaló que la violencia no es la solución.
Editado por Gabriel Figueroa Zamora
