Entre las negociaciones con el PRI, la presión del gobierno de Estados Unidos y hasta la renuncia de una diputada, la reforma eléctrica que impulsan Morena y aliados en la Cámara de Diputados entrará esta semana en la etapa crucial para su futuro.
Este domingo, Ignacio Mier Velazco, coordinador de Morena en la Cámara baja, recordó que, a partir del 4 de abril, comenzará la discusión, análisis y valoración de la propuesta presidencial en las comisiones unidas para llegar a un dictamen que se planea votar a más tardar el 14 de abril, que es Jueves Santo.
En este sentido, previó que, en la semana que comienza, los legisladores de oposición deberán de definir su voto a favor o en contra del proyecto, por lo que los llamó a reflexionar sobre las consecuencias para los mexicanos si no se aprueba.
“Nos vamos a arrepentir toda la vida si esta propuesta se rechaza. Veamos el caso de España y Portugal, donde ya hay problemas severos en el mercado de generación, distribución y comercialización de la energía”, sostuvo.
Aseguró que esas naciones europeas subirán los impuestos sobre las ganancias generadas por el alza en los precios de la energía y “suspenderán de manera gradual las energías renovables, sustituyéndolas por la generación convencional, a fin de disminuir los costos al consumidor”.
“En Morena (…) vamos a buscar siempre el beneficio de las familias y de su economía. Vamos a votar a favor de esta reforma eléctrica porque representa recuperar la soberanía de nuestro país en el sector”, aseveró.
PRI pide, EU advierte y diputada se va
En este contexto, desde el Partido del Revolución Democrática (PRI) surgieron el jueves dos contrapropuestas a la reforma eléctrica, las cuales conceden que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) encabece la transición energética y la propiedad del Estado sobre el litio, pero plantean mantener las sociedades de autoabasto y los órganos reguladores autónomos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien rechaza seguir con los esquemas de autoabasto y los órganos reguladores, llamó a los legisladores priistas a “rebelarse” contras las directrices de su partido y votar a favor de su propuesta.
En el PRI, Morena busca los votos que le faltan para formar la mayoría calificada (334 diputados, es decir, dos terceras partes) necesaria para aprobar la reforma constitucional.
Desde Estados Unidos, la presión para frenar la reforma eléctrica aumentó la semana pasada con la creación de un “grupo” para “revisarla”, lo cual fue rechazado por López Obrador.
A lo anterior, se aúna la renuncia a la bancada de Morena de la diputada María Clemente García, quien acusó falta de respaldo ante el discurso transfóbico del diputado panista Gabriel Quadri de la Torre.
LPR
