Del 31 de octubre al 4 de noviembre, se realiza en Ensenada, Baja California, el 43º Congreso Mundial de la Viña y del Vino, en el que expertos de 48 países dialogarán para generar propuestas que impulsen el desarrollo de esta industria bajo tres líneas de acción: cambio climático, sostenibilidad y mercado post Covid-19.
Durante la inauguración del evento, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, destacó que en México se destina una superficie de 35 mil 823 hectáreas, con una producción de alrededor de 452 mil 927 toneladas de uva y más de 73 mil toneladas de uva-industrial, lo que permite producir casi cuatro millones de cajas de vino al año en los 15 estados productores y generando más de 500 mil empleos.
Asimismo, indicó que, aunque el país es relativamente joven en la producción de vino, en la actualidad se posiciona como vigésimo cuarto productor mundial, con una expectativa de crecimiento favorable.
Por su parte, el presidente de la Organización Internacional del Vino y la Viña (OIV), Luigi Moio, destacó que a pesar de la contingencia por Covid-19 y otros factores externos como el cambio climático, el sistema productivo vitivinícola mundial no ha sufrido interrupciones, lo que le ha permitido mantener una tendencia al alza.
El aporte de las mujeres bajacalifornianas a la vitivinicultura
En su oportunidad, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, resaltó la participación de las mujeres especialistas enólogas, productoras y químicas, quienes han hecho importantes aportaciones para colocar al vino de Baja California en el mapa nacional e internacional.
Agregó que, en Baja California se concentran tres cuartas partes de la producción nacional de vino, la cual enfrenta diversos retos como la distribución de agua, energía eléctrica y mano de obra, para lo cual se desarrolla un plan estratégico para abastecer del líquido al Valle de Guadalupe, principal zona vitivinícola.
Cabe destacar que, para el evento, se estima la participación de 800 científicos, académicos, agrónomos, ampeólogos, enólogos, viticultores, laboratoristas, sommeliers y expertos de todos los países productores de vino, además de la participación de distintos investigadores en Ciencias Ambientales.
Editado por Janetzy Osorio Bautista
