El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el 70 por ciento del tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún a Tulum, será un viaducto o “plataforma”, con el fin de no dañar ríos subterráneo o cenotes; además, se llegó a un acuerdo con Grupo México.
En su conferencia de prensa matutina, señaló que sólo el 30 por ciento de los 120 kilómetros de dicho tramo será a ras de tierra, como se planteó desde un principio para no afectar los ecosistemas.
Refirió que “ya se resolvió” la disputa que surgió con Grupo México, empresa que finalizó el contrato para la construcción del tramo, argumentando que había presión del gobierno para finalizar los 67 kilómetros en julio de 2023.
Apuntó que ya se llegó a un acuerdo para que sean los ingenieros militares quienes determinen de cuánto será el finiquito que se pagará a la empresa, la cual demandó al gobierno federal, para definir cuánto se les pagará por lo que hicieron.
Cabe mencionar que el tramo 5 de Cancún a Tulum ha sido uno de los más conflictivos para llevar a cabo la construcción del Tren Maya, ya que diversas organizaciones ambientalistas han impuesto amparos para detener su construcción, al argumentar que afecta ríos, cenotes y la flora y fauna del sitio.
Sin embargo, el pasado 9 de agosto un juez federal negó la última suspensión provisional, de 6 en total, contra el Tren Maya, con lo cual se liberó el Tramo 5 Sur, informó Javier May Rodríguez, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), y celebró la resolución.
Otro tramo conflictivo para el gobierno federal es el de Xpujil, en Campeche, a Chetumal, Quintana Roo, por lo que López Obrador advirtió que si continúan las presiones y “bloqueos” por parte de dirigentes ejidatarios se cancelará.
En dicho tramo hay cinco ejidos en los que los comisariados “no quieren que pase el Tren” o “sí quieren” pero lo están condicionando al pago de una indemnización por una carretera que Escárcega a Chetumal que se edificó hace 50 años.
