La compra del “elefante banco llamado CIMA”, en el sexenio pasado, complicó al IMSS la reconstrucción del hospital de San Alejandro, que está planeada para comenzar este noviembre y se complementará con el nosocomio proyectado de Amozoc, cuyas obras iniciarán en 2023.
Así lo expuso Zoé Robledo Aburto, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante su comparecencia ante ante las comisiones unidas de Salud, y Seguridad Social, como parte del análisis del IV Informe de Gobierno del Ejecutivo federal.
Ante la pregunta de la senadora Nadia Navarro Acevedo sobre el estado de los proyectos del IMSS en Puebla, el funcionario federal señaló que los problemas del instituto para concretar la reconstrucción de San Alejandro derivaron de la compra del Centro Internacional de Medicina (CIMA).
Calificó estas instalaciones como un “elefante blanco” que le costó al IMSS más de 400 millones de pesos y llamó a una investigación a fondo para determinar por qué se compró un hospital privado que tenía “17 años sin utilizarse” cuando el instituto suele construir hospitales en predios donados.
Cabe recordar que el CIMA fue adquirido por el IMSS en 2017, durante la gestión de Mikel Arriola Peñaloza como director del IMSS y Enrique Doger Guerrero, delegado del instituto en Puebla. El plan era reconstruir un hospital de más de 400 camas para sustituir al de San Alejandro, que fue declarado con daños estructural tras el sismo de ese año.
En cuanto a la reconstrucción de un hospital de 180 camas en lugar que ocupaba el de San Alejandro, Robledo Aburto sostuvo que este mes de noviembre iniciarán las obras de reconstrucción, a cargo del Ejército y con proyecto de la UNAM, tras concluirse la etapa de demolición.
En tanto, indicó que el hospital de Amozoc, con 260 camas, comenzará a edificarse el próximo año. Y añadió que, en Cuautlancingo, el IMSS habilitará infraestructura hospitalaria con 90 camas.
LPR
