En el primer trienio de la actual administración, la prohibición de las condonaciones fiscales y el aumento de la recaudación, que se dirige a grandes contribuyentes en un 86 por ciento, mantuvieron un superávit recaudatorio y evitaron que México se endeudara.
Así lo afirmó Raquel Buerostro Sánchez, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), al explicar la política fiscal del gobierno federal durante el 25 aniversario del organismo que ella encabeza, en compañía del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El SAT –señaló la funcionaria– implementa un “ABC”, que consiste en aumentar la eficiencia recaudatoria, bajar la evasión fiscal, en especial la realizada por grandes corporaciones a través de despachos contables o factureras, y combatir la corrupción al interior del organismo.
En este sentido, la funcionaria recordó que, en 2019, el Congreso federal aprobó la reforma presidencial al artículo 28 constitucional para prohibir la condonación de impuestos a grandes contribuyentes.
“La sociedad reconoce que estamos logrando una verdadera justicia tributaria. Ya no existen los privilegios ni las condonaciones de impuestos millonarias, ahora sí se cumple la regla de proporcionalidad, es decir, que el que gana más tiene el deber legal y moral de contribuir más con el gasto público”, sostuvo.
SAT optó por subir recaudación para evitar más deuda
En el contexto de la pandemia, señaló que, a diferencia de lo que sugerían “voces ortodoxas”, el SAT optó por aumentar la recaudación para mantener finanzas públicas sanas y evitar que el país contrajera más deuda.
“Todos los países en el mundo tuvieron una recaudación en números rojos, excepto México y Marruecos. Esa recaudación histórica le permitió a nuestro país mantener la calificación de inversión y conservar estables los niveles de deuda”, destatacó.
Incluso comentó que el SAT contribuyó para que el país no hipotecara el futuro de las siguientes generaciones con endeudamientos, como se hizo en anteriores administraciones con el Fobaproa.
LPR
