José Ramón López Beltrán, hijo del presidente de México, descartó tener conflicto de interés por su trabajo y casa en Houston, Texas; en tanto, su esposa, Carolyn Adams, dio su testimonio para desmentir que tenga nexo con la empresa Baker and Hughes.
Por su parte, el mandatario respaldó la versión y señaló que los señalamientos contra su familia son parte de la estrategia de grupos conservadores donde hay “mucho dinero de por medio” para “golpear” a su gobierno.
El domingo por la noche, a dos semanas de la publicación del reportaje de Latinus y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) que exhibió su vida y casa en Texas, López Beltrán y Adams rompieron el silencio a través de comunicados separados.
De acuerdo con el reportaje, en 2019, López Beltrán y Adams vivieron en una lujosa residencia de Conroe, Texas, valuada en 7 millones de pesos y cuyo propietario era Keith L. Schilling, exejecutivo de Baker and Hughes, empresa de tecnología petrolera que ha recibido millonarios contratos de Pemex desde el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
En 2021, la pareja se mudó a una residencia de dos pisos, recién construida, en Cypress, Texas. Esta propiedad está a nombre de Adams.
El reportaje remarca que Baker and Hughes tiene contratos vigentes con el gobierno de López Obrador, a través de Pemex, por más de 151 millones de dólares en obras para Pemex, para sugerir presunto conflicto de interés.
Hijo de AMLO trabaja para KEI Partners
En respuesta a estos señalamientos, López Beltrán se limitó a dar a conocer que, desde 2020, trabaja como asesor legal de desarrollo y construcción de la empresa KEI Partners, con la que obtuvo su visa de trabajo para residir en Estado Unidos.
“Soy un ciudadano privado, y no tengo injerencia alguna en el Gobierno de México. Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés. Les pido respeten mi vida y la de mi familia”, concluyó.
No conocía a dueño de casa ni trabajé para Baker: Adams
Por su parte, Carolyn Admas también insiste en que su vida es privada y acua que el reportaje difunde “información falsa” para dañar a su familia, por lo que aclara siete puntos:
1. Rentó “una casa por un año”, mientras López Beltrán tramitaba su visa de trabajo en Estados Unidos.
2. Señala que en Estados Unidos “se tiene que usar a un agente inmobiliario co licencia y rara vez se conocen las partes (arrendador y arrendatario)”.
3. “Todo se hizo bajo formalidad, reglas y requisitos estadounidenses: contrato, depósito en garantía, rentas mensuales (como cualquier otro)”.
4. Niega haber tenido “relación alguna con Baker Hughes ni ninguno de sus ejecutivos”.
5. Después de rentar dicha casa, adquirió una hipotecada y el banco se encargó de revisar a detalle todo.
6. Afirmó que su vehículo –el cual también es exhibido en el reportaje– lo sigue pagando, lo cual “no incluyeron las supuestas investigaciones”.
7. Acusa también que en el reportaje “expusieron a base de calumnias y difamación nuestra seguridad”.
Sobre el caso de la renta de la casa, comparte capturas de pantalla donde conversa con el agente inmobiliario previo a rentarla.
Al respecto, asegura que dichas fotografías prueban que no conocía al propietario de la casa que rentó en 2019 y descartó cualquier conflicto de interés con el gobierno mexicano.
Hijos de asesor de Tren Maya, dueños de empresa
Respecto a la versión de que KEI Partners, donde labora López Beltrán, es una empresa ligada a Daniel Chávez, dueño de grupo Vidanta, López Obrador reconoció que es de los hijos de este inversionista.
Sobre Chávez, el presidente refirió que le ayuda como supervisor “honorífico” del Tren Maya para concluirlo, “pero no cobra absolutamente nada, ni tenemos ninguna relación de negocios, él no tiene ningún negocio con el gobierno federal, no hay ningún problema de interés”.
En este sentido, sostuvo que “el asunto no es de conflicto de intereses, no es eso, el asunto es golpear y hay mucho dinero de por medio, mucho dinero de por medio”.
Incluso agregó la sospecha del posicionamiento del reportaje de Latinus a nivel mundial, así como del hashtag “Todos somos Loret”, se logró a través de la compra de bots para redes sociales.
“También, no estoy menospreciando al conservadurismo, siempre he dicho que el conservadurismo en México y en el mundo ha existido y tiene mucha fuerza, nunca ha desaparecido”, sentenció.
