Ante las sequías, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural continuará este 2022 con el proyecto de estimulación de lluvias de manera permanente en nueve estados, pues ha ayudado a combatir incendios e incrementar las precipitaciones.
La dependencia coordinada con la Secretaría de la Defensa Nacional, a través de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) implementarán el proyecto en Baja California, Sonora, Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León y Sinaloa, además continuará en el periodo de primavera a verano, agregando los estados de Durango, Zacatecas y San Luis Potosí, así como la Región Lagunera.
Se prevé que para ambos ciclos de siembra el proyecto pueda tener impacto en al menos 8.5 millones de hectáreas, lo que contribuirá a mitigar los efectos de la sequía en zonas áridas y semiáridas, además de la recuperación de praderas y poder proveer de agua a productores y población.
La tecnología que se aplicará para el proyecto es 100 por ciento mexicano y su forma de funcionamiento consisten en liberar moléculas de yoduro de plata en el trayecto de las nubes para precipitar la lluvia en los polígonos que interesa impactar, lo que genera humedad y escurrimientos hacia praderas y presas, detalló la dependencia federal.
Aumenta exceso de lluvias
La puesta en marcha de esta tecnología en 2021 pudo obtener un aumento promedio de 45.1 por ciento de exceso de lluvia, y se logró mitigar los efectos de la sequía en 85.2 por ciento, lo cual subrayaron como algo positivo.
La dependencia federal informó que el proyecto contribuyó a la producción agrícola de riego y temporal que pudo beneficiar a más de 150 mil habitantes en las zonas de influencia, en su mayoría productores agropecuarios.
El proyecto de estimulación de lluvias del año pasado contribuyó a combatir al menos 25 incendios forestales, principalmente en los estados de Nuevo León y Chihuahua y a sofocar un incendio remanente en la Sierra de Arteaga.
Por último, el Sader detalló que estos resultados permiten avanzar en la meta de lograr la seguridad alimentaria con soberanía.
Editado por Fernando Cortijo
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