Tras hacerse públicas las intenciones de Finlandia y Suecia de unirse a la OTAN, el pasado viernes, Turquía se proclamó en contra de la incorporación de estos, ya que los acusa de alojar “terroristas” del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El presidente Turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró: “ambas naciones no tienen una postura clara contra las organizaciones de este tipo, incluso, cuando dicen que están en contra de ellas, no entregan a los extremistas que deberían entregar”.
“Suecia es un centro de incubación para estos bombarderos, en su parlamento hay diputados que los defienden. A quienes acogen a estos atacantes no les diremos “si” cuando quieran unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte”, añadió el mandatario.
Indicó que no servirá de nada las visitas de las delegaciones escandinavas el próximo lunes. La entrada de un nuevo miembro al tratado del atlántico requiere la aprobación de todos sus integrantes.
Cabe mencionar que el PKK es un partido político fundado en 1987 en la ciudad kurda de Lice, en la provincia turca de Diyarbakir; tanto Ankara, como Estados Unidos y la Unión Europea consideran a este grupo como terrorista.
Turquía pide no repetir el mismo error que con Grecia
Tayyip Erdogan recordó que: “Este error se cometió una vez Grecia, está junto con Francia dejaron la OTAN, y desafortunadamente dijimos sí a su entrada posterior. A un musulmán no se lo puede morder dos veces”.
Los griegos abandonaron la alianza luego de acusarlos de no impedir la intervención de los turcos a Chipre en 1974.
Editado por Gabriel Figueroa Zamora
