Este viernes, el gobierno de Rusia declaró que las negociaciones para frenar su conflicto con Ucrania están congeladas, debido a que las declaraciones de estos últimos son “contradictorias” y no les permiten comprender lo que busca la otra parte.
El portavoz del gobierno ruso, Dimitry Peskov, indicó que esperan que Kiev acepte el status quo y cumpla sus demandas territoriales, esto tras las declaraciones del exsecretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, que sugirió que cedan Crimea y gran parte de la región del Donbás a Moscú.
Ante dichos argumentos, el asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, descartó que un acuerdo de alto al fuego pueda producirse si implica entregar territorio.
Por otro lado, en un informe independiente se señaló que las acciones de Rusia en territorio ucraniano ofrecen pruebas para concluir que “están incitando a una aniquilación”.
El informe fue elaborado por el New Lines Institute for Strategy and Policy, con sede en Estados Unidos, y el centro Raoul Wallenberg para los Derechos Humanos, ubicado en Canadá, y en conjunto puntualizan que lo que han visto esta guerra es un exterminio en su naturaleza, debido al lenguaje que usan y la forma en que se está ejecutando.
Editado por Gabriel Figueroa Zamora
