En marzo, la inflación en España se ubicó en 9.8 por ciento, la más alta desde 1985, mientras que en Alemania fue de 7.3 por ciento, algo nunca visto desde que el país se unificó en 1991, debido al alza en energéticos y alimentos, según datos preliminares.
En ambos casos, el incremento de los precios fue, prácticamente, de 2 puntos porcentuales respecto a febrero, cuando en España fue de 7.6 por ciento y en Alemania de 5.1 por ciento.
La tendencia alcista en los países europeos se debió, sobre todo, a los aumentos en las tarifas de la electricidad, combustibles, alimentos y bebidas.
Como respuesta, en España se aprobó un paquete de apoyos, consistentes en ayudas directas, créditos y préstamos, a la población por 17 mil 500 millones de euros.
Cabe mencionar que el despliegue militar de Rusia en Ucrania, del cual aún no existen avances importantes para la paz, provocó el aumento en los precios del petróleo, gas y combustibles.
Asimismo, gran parte del continente europeo, sobre todo Alemania, dependen del gas que vende la Federación Rusa, la cual amagó con exigir los pagos por su materia prima en rublos.
ARS
