El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en conjunto con sus homólogos del G-7, anunció nuevas medidas restrictivas para Rusia, de las cuales destacan la prohibición de su oro y un posible tope de precio en las importaciones de su petróleo.
Estas medidas fueron establecidas el pasado domingo, en una cumbre celebrada en el castillo bávaro de Elmau, donde participaron los líderes de las principales potencias económicas occidentales: Canadá, Justin Trudeau; Japón, Fumio Kishida; Alemania, Olaf Scholz; Francia, Emmanuel Macron; Italia, Mario Draghi, y Reino Unido, Boris Johnson.
El G7 se habría comprometido a ayudar a los ucranianos “el tiempo que fuera necesario” y continuarán con la ayuda militar, económica y humanitaria.
Las medidas que implementarán significarán, para Moscú, una pérdida de miles de millones de dólares; “estas acciones golpearán directamente a los oligarcas rusos e impactarán en el centro de la maquinaria de guerra de Putin” declararon los integrantes del G-7.
Cabe mencionar que el dirigente estadounidense hizo un llamado para unir fuerzas con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ante la ofensiva de Moscú.
Por otro lado, en el encuentro estuvieron presentes el líder de la diplomacia climática en el grupo de expertos EG3, Alex Scott, y la directora de política climática del Fondo Mundial para la Naturaleza, Viviane Raddatz.
Ambos especialistas externaron su preocupación a que el grupo no diluya los compromisos sobre el cambio climático, puesto que su temor radica a que busquen proyectos de combustible fósiles “desastrosos” para aliviar los problemas de suministro derivados del conflicto bélico.
Editado por Gabriel Figueroa Zamora
