Entres protestas de los simpatizantes del presidente Jair Bolsonaro, que exigían una intervención militar para frenar el ascenso al poder de Luiz Inácio Lula Da Silva tras ganar las presidenciales de Brasil, el equipo de ambos inició la transición.
Este día, el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, afirmó que la transición había comenzado tras reunirse este jueves en la capital del país con el ministro de la presidencia, Ciro Nogueira, encargados ambos del proceso de transición del gobierno.
El vicepresidente electo calificó el primer contacto en buenos términos y aclaró que el trabajo de transición tomará cuerpo a partir del próximo lunes.
“La transición será instalada con los objetivos de transparencia, planificación y de continuidad a los servicios prestado a la población”, aseguró Alckmin en una rueda de prensa en Brasilia.
Según las leyes brasileñas el presidente electo tiene derecho a formar un equipo de transición, con 50 cargos a disposición, para tener acceso a los datos de la administración pública y preparar las primeras medidas del gobierno entrante.
La transición fue autorizada por el presidente Jair Bolsonaro tras un breve discurso ofrecido a medios donde no reconoció su derrota ni felicitó a Lula por el triunfo, pero se comprometió a hacer cumplir la Constitución brasileña y autorizó la transición como lo marca la ley.
Las negociaciones para la transición comienzan después de tres jornadas de protestas promovidas por la ultraderecha que apoya a Bolsonaro, y que incluyeron bloqueos de carreteras y manifestaciones a las puertas de los cuarteles militares.
Los manifestantes reclamaron una intervención militar que impidiera a Lula Da Silva asumir el poder en Brasil, en una clara incitación a un golpe de estado, que, dicho sea de paso, las Fuerzas Armadas ignoraron tales reclamos.
Lula Da Silva ya gobernó al país con anterioridad, de 2003 a 2010, en dos periodos continuos. El nuevo periodo iniciará el 1 de enero de 2023 y estará en el poder hasta el 2027. Con su triunfo, las cinco potencias de América Latina, por el tamaño de su economía y su población, tendrán gobiernos de izquierda.
Editado por Istfan AC
