Un edificio de ocho plantas se desplomó dejando 53 muertos y al menos diez personas heridas el pasado 29 de abril en Changsha, China, las autoridades han detenido a nueve personas relacionadas con la administración del inmueble, entre ellas el dueño.
La obra era de construcción propia y el propietario fue acusado de ignorar las regulaciones sobre edificación y cometer otras infracciones.
El inmueble “autoconstruido”, de ocho niveles, habría sido sometido a modificaciones en su estructura de bloque, contaba con tiendas, un restaurante, una cafetería, un hotel familiar y apartamentos.
Las autoridades de la ciudad confirmaron, en una rueda de prensa, que las tareas de rescate se dan por concluidas; una mujer sobrevivió seis días bajo los escombros.
Ante este suceso, el presidente de chino, Xi Jinping ordenó una investigación sobre los hechos y ha avanzado una campaña nacional de reducción de los riesgos que presentan los edificios de construcción propia.
El alcalde de Changsha, Zheng Jianxin, confirmó que ya han inspeccionado 400 mil edificaciones que cumplen estas características en los últimos días.
Editado por Gabriel Figueroa Zamora
