La Usaid es una agencia de Estados Unidos que se ha encargado de administrar la asistencia no militar en el mundo, pero es señalada en varios países de financiar organizaciones no gubernamentales o asociaciones para promover sus intereses.
A pesar de que sus objetivos son dar asistencia e implementar proyectos sociales en temas educativos, de salud y medio ambiente, otorgan recursos a asociaciones que con la apariencia de ser “civiles” con el fin de que sigan sus directrices y de esta manera intervienen en los asuntos internos de las naciones.
Cuando surgen gobiernos que no se alinean a la política estadounidense, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés), por medio de las organizaciones locales, estimula la creación de publicaciones, estudios o investigaciones contra dichas administraciones, que en su mayoría son opuestas a las políticas neoliberales.
Lo anterior llevó a que distintos países hayan determinado su expulsión, como Rusia en 2012; Bolivia, en 2013 y Ecuador en 2014, en todos los casos se acusó a la Agencia de intentar desestabilizar a los gobiernos.
Cabe mencionar que el organismo fue creado en 1961, por órdenes del entonces presidente John F. Kennedy, en un contexto donde Estados Unidos resultó ganador de la segunda guerra mundial y se posicionó como la principal potencia económica mundial.
Usaid es fachada para intervenir en países, según expertos
Según expertos, aunque el organismo es en apariencia “descentralizado” sí depende directamente del Departamento de Estado norteamericano, además de funcionar como una “fachada” para intervenir en la política interna de países, con apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Asimismo, se ha referido que la institución tiene un doble propósito: desarrollar programas sociales y financiar organizaciones civiles, pero con el objetivo de influir en la opinión de la población donde se encuentra.
Es decir, para analistas, la Usaid es uno de los organismos mediante los cuales el gobierno norteamericano interviene en países, aunque de una manera no violenta, usando mecanismos ideológicos.
