Durante el tercer trimestre de este 2022, el ingreso promedio por hora para las mujeres que laboraban en Puebla fue de 35.8 pesos, el quinto más bajo en el país, mientras que, a nivel nacional, el promedio fue de 49.1 pesos.
Lo anterior, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi hasta el tercer trimestre del año (julio-septiembre) que destacaron que las cuatro entidades con peores ingresos por hora para las mujeres fueron Chiapas, con 33.1 pesos; Guerrero, con 34.9; Morelos, con 34.97; así como Tlaxcala, con 35.50.
Por su parte, los mejores ingresos fueron para Baja California Sur, con 85.4; Veracruz, con 70.2; así como Nuevo León, con 65.9 pesos por hora.
Asimismo, considerando el segundo trimestre del año (abril-junio), en Puebla se registró un decremento del ingreso por hora para las mujeres del 6.2 por ciento, pues en el periodo anterior fue de 38.1 por ciento, mientras que, a nivel nacional se registró un incremento del 1.4 por ciento, al pasar de 48.57 a 49.24 pesos por hora.
En Puebla, 653 mil asalariadas
Es necesario destacar que, hasta el tercer trimestre de este año, en Puebla laboraban un millón 122 mil 678 mujeres, de las que 653 mil 63 eran trabajadoras asalariadas; 25 mil 884 eran empleadoras; 291 mil 341 trabajaban por su cuenta; 14 mil 889 tenían percepciones no salariales (dependían de propinas, honorarios, destajo etcétera), mientras que 131 mil 501 eran trabajadoras no remuneradas (se desempeñaban en funciones de cuidado, servicios de salud y educación, etcétera).
Por sector de trabajo, en Puebla 325 mil 515 mujeres se dedicaban al comercio; 100 mil 586 a la agricultura o ganadería; 168 mil 876 laboraban en la industria manufacturera; mientras que 133 mil 799 a los servicios sociales; por su parte, en el gobierno y organismos internacionales, había 29 mil 312 mujeres.
Respecto al acceso a servicios de salud, 841 mil 86 no tenían acceso a éstos; 275 mil 803 sí tenían por parte de su trabajo; mientras que 5 mil 789 no especificaron. Asimismo, 790 mil 101 trabajaban en la informalidad, mientras que 332 mil 577, en empleos formales.
