Puebla ocupa el primer lugar en producción de cempasúchil con mil 557 hectáreas, seguida de Tlaxcala con 118, en Hidalgo 111, San Luis Potosí con 79, Guerrero con 69, 43 en Oaxaca, otras 32 en Morelos, Durango con 18 y Sonora con dos hectáreas.
Así lo señaló el director de Fomento a la Agricultura de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural Santiago Argüello, quien mencionó que en 2021 se sembraron dos mil 27 hectáreas de cempasúchil, equivalente a 19 mil 442 toneladas, con un valor superior a 93.4 millones de pesos, teniendo relevancia económica y social
Estimó que en esta temporada habrá una producción nacional de 27 millones de flor de cempasúchil, de ellas, de los cuales cinco millones se producirán en Xochimilco en la Ciudad de México, aumentando un 40 por ciento respecto al 2021.
Fue en la inauguración de la Romería: Flor de Cempasúchil 2022, que la Secretaría dio a conocer esa información, donde el equivalente a 20 mil 245 toneladas se concentra principal en Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, San Luis Potosí, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Durango, Sonora y Ciudad de México.
Se destacó el trabajo obtenido, donde más de 180 variedades de cempasúchil que se pueden ver en los catálogos especializados de semillas y que se han registrado en naciones como Estados Unidos, Perú, Bielorrusia, Rusia, Eslovaquia, Países Bajos, Japón, Corea, China y Sudáfrica. Siendo así que, las otras 27 variedades están disponibles para su uso en la producción de plantas.
La importancia de la flor de cempasúchil para conservar tradiciones
De esta manera, el alcalde de Xochimilco, José Carlos Acosta Ruíz, destacó la importancia de la conservación de las semillas originarias como fortalecedora de identidad, además exhortó a la población a no “regatear” el precio de la planta, ya que adquieren un producto de alta calidad, pues atrás de cada una hay un gran esfuerzo de las familias productoras, en esta etapa pospandemia.
Finalmente, el presidente del Consejo Mexicano de la Flor, Federico Martínez, comentó que este sector productivo de plantas y flores ornamentales representa una derrama económica de alrededor de 30 mil millones de pesos al año, lo cual mantiene un trabajo entre productores y proveedores.
