Celestino lleva 20 años trabajando en barro policromado; arte que busca impulsar
Celestino lleva 20 años trabajando en barro policromado; arte que busca impulsar. Foto:
Celestino lleva 20 años trabajando en barro policromado; arte que busca impulsar
Celestino lleva 20 años trabajando en barro policromado; arte que busca impulsar. Foto: Ángulo 7

Desde hace 20 años, Celestino aprendió el arte de trabajar con el barro policromado, una actividad que le gustó y ahora se dedica a ella en su natal Izúcar de Matamoros y que busca impulsar en el municipio, pues él es la primera generación en su familia.

Él es uno de los artesanos que ofrecerán sus creaciones en la “Expo Navidad Orgullo Puebla”, que estará del 7 al 11 de diciembre en el Centro de Convenciones de Puebla capital.

En entrevista con Ángulo 7, relató que Izúcar es un municipio en donde se dedican a esta actividad desde hace 250 años, por lo que se dedica 100 por ciento a la producción de artesanías de este material, siendo el suyo uno de los 16 talleres que se tiene en la demarcación.

Dijo que lo más representativo que elaboran son los “árboles de la vida” que son candelabros que están representando la creación de la humanidad a través de la religión que impusieron los españoles, por lo que llevan tres elementos principales: Adán, Eva y la serpiente, así como nacimientos, entre otros.

Sin embargo, comentó que elabora más de 100 piezas de todo tipo de diseño, tamaños, colores y formas, pero sin perder la esencia de que sea “obra única” y personalizar el trabajo que hacen, pues eso es lo que hace la diferencia de los productos que hacen.

“Hacemos prácticamente de todo, pero siempre conservar la identidad original, que es la decoración, porque es un barro policromado decorado con insignias prehispánicas, que se mantenga la misma técnica y cuidando que sea una artesanía, no una escultura como tal”, asentó.

Comentó que ya cuenta con una marca, que es CLL ART, la cual gracias al apoyo de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) ya está registrada y también tiene una imagen, firma y con esto ya pueden emitir certificados de autenticidad en caso de que elaboren obras únicas.

Refirió que son cinco familias las que dependen del taller, aunque el proceso de las artesanías “es muy lento”, pues pueden tardar una semana o hasta un mes haciendo las piezas, aunque han podido abarcar el mercado nacional y también tiene presencia en las dos tiendas de El Vaticano, donde llevan 2 años consecutivos.

De igual forma, precisó que han vendido a clientes de Los Ángeles y Texas, en Estados Unidos, sin embargo, debido a que luego son pocas piezas, solo se comprometen a llevarlos en alguna ciudad fronteriza con la Unión Americana donde las recogen para que les salga rentable.

Temporada de muertos, la mejor del año

Celestino comentó que los costos pueden variar, pues pueden ir de los 30 hasta los 12 o 15 mil pesos, dependiente del diseño, ya que manejan varias líneas, entre ellos la comercial que son pulseras, collares o dijes; la tradicional que son candelabros, cráneos y piezas únicas, las cuales llevan más elaboración.

Indicó que todo el año elaboran las artesanías, pero es la temporada de muertos cuando más venden, ya que la gente acude a comprar piezas alusivas a estos días, no obstante, siempre están elaborando, ya que lleva su tiempo y también para tener artesanías de uno y otro diseño para sus clientes.

Mencionó que, en su momento, por la pandemia del Covid-19 se vieron en aprietos, pues no podían ofrecer sus piezas y por un tiempo tuvo que apoyarse de su esposa, quien tiene un trabajo fijo, para salir adelante, a lo que se suma que los costos de la materia prima se han subido el doble en los últimos 3 años, esto igual por la recesión económica y la inflación.

No obstante, manifestó a pesar de ello no le pudo subir mucho los costos a sus productos, ya que si no las personas ya no las comprarían, por lo que solo fue para garantizar que fuera redituable para él y las familias que trabajan en su taller, pues ser artesano “es muy complicado”.

Enfatizó que a pesar de la tradición que se tiene en Izúcar de Matamoros, son pocas las personas que se dedican a esto, por lo que busca que se difunda que más está actividad en todo el proceso que implica, ya que hay quienes dicen que “solo van a perder el tiempo” a pesar que hay oportunidad de crecimiento, pero hay pesimismo de la gente, porque piensan que ser artesano es “muy poca cosa”.

“Soy la primera generación, lo aprendí como cuando tenía 18 o 19 años, me gusta este oficio y ahora me dedico a esto, nosotros como artesanos e importante porque le damos identidad a un pueblo, conservamos y transmitimos nuestra cultura, conocimiento, y tradición a través del trabajo que hacemos”, remarcó.

LPR

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Comunicólogo por formación y reportero de profesión en Angulo 7 Noticias desde octubre de 2014. Poblano de Libres radicando en la capital, persona sería y en ocasiones divertida, amante del fútbol...

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