Humberto Espina dejó su natal Oaxaca a los 17 años para venirse a estudiar la Licenciatura en Expresión Artística en Puebla, pues desde la preparatoria le tomó gusto a la danza folclórica, actividad que hace por la pasión de enseñar a otras personas para su desarrollo.
En entrevista, contó que lleva 12 años en la entidad poblana, pues por formación y educación de maestros que estudiaron en el estado es como llegó, ya que en la Angelópolis se tiene una institución que impulsa los talleres culturales y deportivos.
Refirió que una de las influencias más fuertes por las que decidió dejar su tierra natal son las espartaqueadas que se hacen en Tecomatlán, pues la afluencia de gente, magnitud del evento y el alcance que tienen los jóvenes que participan sirven como un impulso como lo hicieron con él, ya que son de gran calidad.
Dijo que actualmente es responsable de la Comisión Cultural del Movimiento Antorchista y maestro de danza en la región de San Martín Texmelucan desde hace 6 años, en seis escuelas con grupos de entre 20 y 30 estudiantes casi todos los días, para impulsar su desarrollo humano.
“Me llamó la atención que los concursos son de gran calidad, de diferentes categorías a las que existe, fue como fui decidiendo el camino de la educación artística. Soy docente y profesionista y así es como me voy desarrollando para seguir impulsando con más jóvenes, adultos y niños.
Para él la danza es una disciplina a la que se le encuentra amor y gusto para la formación integral del ser humano y seguir desarrollándose físicamente y educativamente de manera positiva, además de que se mantienen las tradiciones mexicanas, pues se encuentra una forma de vida que los hace mejor persona.
Comentó que esta actividad tiene diversas formas, pues depende de la región del país donde se encuentren y, en su caso, se dedica a la enseñanza del folclor mexicano, y si bien en ocasiones la sociedad denigra la educación artística y la consideran solo como un hobbie o distracción, la educación que se imparte es profesional.
Hace falta impulsarla en escuelas
Esto, porque sostuvo que tiene un grado de preparación de años, pues no se trata solo de toma clases o aprender, sino de practica constante para poder desarrollarla, ya que él tardó 6 años con estudiando, ya que también depende de la destreza que tenga cada una de las personas.
Humberto consideró que hace falta impulsar la danza en las instituciones, pues son pocas las que lo tienen entre ellas en donde lo enseña el Movimiento Antorchista, pues en muchos de los casos los estudiantes lo cursan por ser una materia obligada, pero no para ser un profesionista.
Mencionó que no todas las escuelas tienen la enseñanza artística como parte de una educación integral, lo que genera que tampoco hay maestros especializados en la materia, siendo el Instituto de Artes Macuil Xóchitl, uno de los pocos donde se cursa la danza folclórica.
Si bien dijo que es una profesión que no es tan remunerada como otras, quienes aprenden y enseñan danza lo hacen por amor y pasión, es erróneo que haya quienes piensen en eso, pues eso genera que se alejen por no encontrar el objetivo de impulsarla, quedándose con una idea equivocada.
“Desgraciadamente ese es el pensamiento de la sociedad mexicana, vas a estudiar música o danza, te vas a morir de hambre, pero nosotros hemos encontrado una forma de actuar profesionalmente y una forma de seguir desarrollando lo que más nos interesa es continuar con la educación artística e involucrando a los jóvenes”, expresó.
