biografia-columnista-Georgina-Rojas-Juárez

Si debiéramos definir un verdadero guerrero diríamos
aquel que tiene la sabiduría de no juzgar,
el que no acepta el miedo
aquel que ayuda a otros
aquel que defiende el bien
aquel que comparte
conocimiento aplicado.

En mi experiencia les puedo decir que todos nosotros tenemos en nuestro cerebro células parecidas a neuronas dormidas; desde el principio de la humanidad funcionamos con una parte primaria de nuestro cerebro.

Es ahí donde se basa lo que es comparación, el juicio, el ego. En cambio, las células de las que les hablo, las células dormidas funcionan con la emoción. Son células emocionales las que generan bienestar salud, energía, sensación de libertad para ser auténtico, ser uno mismo en todo momento y tomar las decisiones correctas que nos darán plenitud, además, también ayudan a dominar el miedo.

Estas células emocionales se activan y despiertan principalmente siendo bondadosos, con actos de amor profundos, aprendiendo amar a los demás, ayudar sin recibir nada a cambio, siendo empáticos, omitiendo la crítica y el juicio.

Todo esto no es más que una forma de inteligencia, la vida es simple… lo que es verdadero es simple. Somos nosotros los que complicamos.

Se habla hace muchos años de una cosa muy sencilla pero muy complicada a la vez, el perdón. Si hay que perdonar, es porque justo antes hemos juzgado; lo que hemos juzgado con nuestras creencias, con todas nuestras enseñanzas, con todo lo que hemos aprendido.

Yo pienso que en la vida nunca nadie tiene una razón absoluta. Debemos aplicarnos a nunca juzgar: “juzgar es perder la libertad”.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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