Nuestro país ocupa el nada honroso segundo lugar mundial en periodistas asesinados.
Según el Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), en México 24 periodistas fueron asesinados en 2021 y aún se investigan otros casos con lo que la cifra puede crecer. https://cpj.org/es/
El primer lugar de la lista lo ocupa la India, sin embargo, el tamaño de país, el gremio periodístico y la población son muy superiores al nuestro.
“México es considerado como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo de acuerdo con la ONU y diversas organizaciones internacionales especializadas en analizar la situación de la prensa a nivel mundial como Reporteros Sin Fronteras, el Comité de Protección a Periodistas, Artículo 19, entre otras”, así lo enunciaron ante los acontecimientos recientes periodistas de 64 ciudades, donde protestaron por las agresiones y muertes.
En las ciudades donde se llevaron a cabo las manifestaciones, se expresó:
Diagnóstico.- En México la violencia de Estado que incluye la presencia del crimen organizado, coludido con los gobiernos de los diferentes niveles, ha provocado zonas de silencio donde no hay condiciones para ejercer la labor periodística. Han asesinado, desaparecido, amenazado y obligado a periodistas a desplazarse de sus entidades.
Fiscalías estatales.- Escasean las investigaciones serias por parte de las Fiscalías de los estados y la federal, para que sepamos por qué matan a periodistas y haya justicia.
Feminicidios.- En un país feminicida donde asesinan a 11 mujeres cada día, el asesinato de una periodista debe mortificarnos también a nivel social, pues toca las fibras más sensibles de un lugar donde se ha roto el tejido social. En 2021 Comunicación e Información de la Mujer, A. C., documentó que cada 38 horas una mujer periodista o comunicadora es sujeta de algún tipo de violencia por su labor.
El gremio periodístico está convencido de que su trabajo es fundamental para la sociedad, es importante garantizar la libertad de expresión y el acceso a la información, que es un bien público, aunque los gobiernos en ocasiones los vean como enemigos del Estado.
Francisco Zarco expresó: “La prensa no sólo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y activo del progreso y de la civilización.”
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